La celebración de este 1 de Mayo, fiesta internacional del
mundo del trabajo, va a estar lejos de ser una mera fiesta
ritual. Estamos en el sexto año de una profunda crisis del
sistema capitalista y el neoliberalismo intenta imponer una
salida que refuerza la explotación, vacía el llamado Estado
del Bienestar y conculca los derechos de los trabajadores.
Las políticas neoliberales están agravando la crisis: la
inestable y débil creación de empleo de los últimos meses
sólo da lugar a una mayor desprotección social, como
consecuencia del incremento del paro de larga duración y la
pérdida de prestaciones y, sobre todo, de la aplicación de
las reformas laborales, que está generando trabajadores
pobres. Pobres con contrato.
La población activa disminuye y la emigración juvenil crece.
El deterioro de los servicios públicos fundamentales es
evidente. La desigualdad y la pobreza se están extendiendo
hasta límites insoportables, afectando especialmente a la
infancia y la mujer.
Con todo ello, lejos de resolverse los problemas, el déficit
no se reduce y la deuda pública aumenta rápidamente. Las
medidas de austeridad son un fracaso.
El sufrimiento que se impone sólo sirve para garantizar la
rápida recuperación de los beneficios empresariales.
La lucha, la movilización y la organización “en sindicatos
de clase”, sigue siendo la mejor arma de los trabajadores y
trabajadoras.
Las políticas de la Comisión Europea, del Banco Central y
del Fondo Monetario Internacional (la llamada troika) en
alianza con los intereses del gran capital y de la banca
intentan reforzar la explotación de los trabajadores y
trabajadoras de todos los países de Europa, desde los
”minijobs” en Alemania o los contratos “cero horas” en el
Reino Unido hasta la congelación salarial en Francia y las
reformas laborales en España.
Frente a esas políticas hay soluciones y recursos para
financiarlas, mediante una reforma fiscal progresiva y
suficiente y la lucha contra el fraude y la economía
sumergida. Es posible la recuperación de la demanda, única
forma de aumentar el empleo, mediante la subida de salarios
y pensiones, el incremento de la inversión pública
productiva y la mejora del gasto social.
En este 1 de Mayo es también crucial la lucha por la defensa
de los servicios públicos, de los derechos laborales, la
negociación colectiva y la democracia.
Esa lucha proporcionará la fuerza para abrir el camino a
otra política. Igualmente está tan vigente como siempre el
carácter internacionalista del 1 de Mayo. Por ello,
Izquierda Unida y el Partido Democrático y Social de Ceuta
llaman a la solidaridad con los trabajadores y trabajadoras,
y especialmente, con los que luchan por la paz y por
condiciones de trabajo mínimamente dignas. Una parte
fundamental de esta solidaridad queremos compartirla
combativamente con el resto de los trabajadores y
trabajadoras europeos, víctima de las decisiones de la
troika, y especialmente con aquellos que más están sufriendo
las políticas de recortes.
Izquierda Unida y PDSC llaman a su afiliación y al conjunto
de trabajadores y trabajadoras a participar activamente en
las manifestaciones y actos convocados para este jueves 1º
de mayo.
¡POR UN 1º DE MAYO DE LUCHA Y MOVILIZACIÓN PARA UNA SALIDA
SOCIAL DE LA CRISIS!
¡POR UN 1º DE MAYO DE SOLIDARIDAD DE LOS TRABAJADORES
EUROPEOS FRENTE A LAS POLÍTICAS DE LA TROIKA!
¡POR EL EMPLEO DIGNO Y LOS DERECHOS SINDICALES!
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