La intervención de nuestro Alcalde
en el debate del pasado jueves debe ser considerada sin duda
como épica, sí pero en todos los sentidos, pues decir tantas
mentiras en un espacio tan corto de tiempo, tiene que ser a
la fuerza calificado como una verdadera gesta digna de ser
cantada por juglares. En cualquier caso la realidad es otra
y es que no por mucho repetir esas mentiras, estas se van a
convertir en verdad, aunque él así lo crea, sobre todo
estando tan acostumbrado a ver como sus cortesanos si que se
las tragan, especialmente si con eso consiguen que los
coloquen al frente de cualquier institución o empresa
municipal, con unos sueldos y privilegios a los que, por
capacidad y esfuerzo, difícilmente podrían aspirar.
Solo hay que ver como se configura el sequito, consejeros,
viceconsejeros, directores generales, subdirectores y
asesores, a los que habríamos de sumar aquellos puestos
recolocados de segunda fila pero con sueldo de primera, como
es el caso de los gerentes de las infinitas empresas
municipales creadas en la ciudad para no se sabe muy bien
que cometidos, mas allá, claro está, que el de colocar a
todo “quisqui” fomentado con ello todo ese clientelismo que
tan buenos resultados le ha venido dando durante estos
últimos años al gobierno del señor Vivas, y que según parece
ha sido la única formula que este ha encontrado de crear
empleo en la ciudad.
Claro, de esto no se habla nada en el debate del estado de
la ciudad, pues nuestro Alcalde prefiere seguir hablando de
la película que tiene montada en su cabeza, para él la
realidad no existe, solo su propia ficción, desconexión
lógica perfectamente estudiada en aquellos personajes que al
perpetuarse en el poder absoluto, generan un nivel de
autocomplacencia directamente proporcional al numero de
aduladores que la potencian. Vamos que crea su propio mundo
paralelo, en este caso el de la Ceuta marinera, en el que
todo son parabienes y reconocimientos, un verdadero mundo de
Oz, en el que el desempleo, la inseguridad, el colapso
económico o la quiebra poblacional, solo son pequeños
nubarrones que alguna malvada bruja del este intenta arrojar
sobre su idílico paraíso.
Si no fuera por lo grave del asunto, seria hasta para hacer
algún chiste, aunque dadas las actuales circunstancias por
las que muchos de nuestros conciudadanos atraviesan, pocas o
ninguna ganas hay para ello. Es verdaderamente patético
escuchar al principal responsable político de la ciudad
decir que, quizá uno de los principales problemas que
atenazan a ésta, como lo es el del paro, para él no tienen
solución, afirmación que lo desacredita no ya solo como
gobernante, sino también como candidato para próximas
elecciones.
Evidentemente y si tenemos en cuenta la política que en esta
materia ha seguido durante ya su largo mandato, esta claro
que solución en base a ella no tiene, pues ya no puede
engordar ni un gramo mas el numero de empleados públicos de
la ciudad, ahora bien, si en vez de haber dilapidado
cantidades ingentes de dinero en apuntalar su estructura
clientelar, este se hubiera dedicado a utilizar esos
recursos para potenciar áreas, como el comercio, el turismo
o la industria, tomándose en serio desde el principio el
asunto de los empadronamientos y usando menos la demagogia y
mas el realismo, posiblemente la situación local seria otra
y nuestro colapso inexistente.
Pero el caso es que su abducción de la realidad no solo se
queda en eso, para nuestro alcalde, la deuda económica que
en estos momentos mantiene nuestra ciudad con entidades de
todo tipo, solo debe ser un dato para la estadística, pues
según afirma aquí todo va como la seda, obviando
abiertamente el hecho de que al final seremos los ciudadanos
con nuestros impuestos, los que pagaremos hasta el ultimo
“duro” de los intereses generados por el refinanciamiento de
una deuda que ha dejado hipotecada a la ciudad “per secula
seculorum”.
Lo no menos curioso de todo este tinglado surrealista por el
que discurre la política local, es que la “oposición”
aposentada en la Asamblea, nunca ha sacado a colación el por
qué de este paro tan galopante. Al parecer para ambos grupos
y especial para el primero de ellos, es tabú hablar de la
realidad de este tema, quedándonos la duda de si lo que
realmente quieren es poner, con su labor opositora, sobre la
mesa ideas que corrijan la nefasta política llevada en este
campo por el gobierno o por el contrario lo que buscan es
que todo siga como está, esperando que la cosa caiga como
fruta madura. De ser esto último se equivocan pues aquí ya
no valen paños calientes, el ciudadano demanda soluciones
reales y es perfectamente consciente de quien si y quien no
esta en disposición de aportárselas.
* Los Verdes
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