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El Ceuta ya ha demostrado en más de una ocasión que sus
resultados dependen sobre todo de una cosa: jugar como
equipo. Algo que el conjunto caballa estuvo lejos de hacer
ayer. No hubo unión sobre el terreno de juego y los ceutíes
lo terminaron pagando con una abultada derrota.
Aunque todavía cuenta con tres oportunidades más para cerrar
de manera matemática el play off de ascenso, el Ceuta se
encuentra obligado a volver a ser ese bloque que demostró
durante el final de la primera vuelta y buena parte de la
segunda, puesto que si no se convierte en un equipo
vulnerable capaz de caer de forma clara frente a un rival
que no tiene nada que jugarse.
Siendo así, el Ceuta tiene que volver a cambiar esa
mentalidad y volver a jugar como equipo, ya que será la
única forma no solo de jugar el play off, sino de tener
alguna opción para pelear por el ascenso.
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FALTÓ UNIÓN
EN EL CAMPO
