El pasado día dos de abril, la Policía Nacional de Ceuta dio
por “desarticulada” la red más importante dedicada a
facilitar la entrada irregular de ciudadanos sirios
procedentes de Marruecos en la ciudad autónoma a través de
la frontera del Tarajal “utilizando pasaportes españoles o
del país vecino a cambio de importantes cantidades de
dinero”. Sin embargo, la entrada de ciudadanos sirios a
Ceuta se sigue produciendo por goteo. Así, desde que a
principios de abril la Policía Nacional desarticulara la
citada red se ha registrado la entrada a Ceuta de 31
ciudadanos sirios, haciendo uso de documentación falsa. El
último caso se produjo el pasado día 22, en la que una
mujer, de 82 años y natural de Siria, conseguió entrar
ilegalmente en la ciudad con documentación falsificada.
Estos datos vienen a confirmar el continuo goteo en la
introducción de inmigrantes sirios por el paso fronterizo
del Tarajal y la existencia de varias redes dedicada a
facilitar la entrada irregular de estos.
No hay estimaciones exactas del número de ciudadanos sirios
que esperan en Marruecos para entrar en Ceuta. Se trata de
una inmigración distinta a la del subsahariano, con mucho
más poder adquisitivo. Son familias completas las que llegan
desde Oriente Próximo con todos sus ahorros.
Derecho de asilo
El Ministerio del Interior aprobó, esta semana, la salida
del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de
Ceuta de seis inmigrantes sirios, a los que se les ha
concedido el reconocimiento de refugiados políticos.
Los seis sirios habían solicitado la concesión del derecho
de asilo después de haber conseguido entrar ilegalmente en
Ceuta procedente de Marruecos huyendo de su país.
El Ministerio del Interior ha resuelto favorablemente
conceder el asilo a estos inmigrantes, que vivían en el CETI
desde hace más de cuatro meses junto a otros compatriotas
que habían entrado en la ciudad.
Los seis inmigrantes sirios abandonarán la ciudad en las
próximas horas gracias a esta protección internacional que
les permitirá cruzar legalmente el Estrecho.
Protección internacional
En este sentido, el Gobierno ha concedido protección
internacional a 136 refugiados sirios, lo que supone el 14
por ciento del total de solicitudes de asilo, que desde el
inicio de la guerra civil en Siria y hasta finales de 2013
ascendían a 945 peticiones.
Así lo asegura el Gobierno en una respuesta escrita a la
diputada de UPyD Irene Lozano, en la que se destaca el
aumento de solicitudes de protección por parte de ciudadanos
sirios desde que estalló la guerra.
Estas pasaron de 97 en 2011 (año en el que se inicia el
conflicto) a 254 en 2012, siendo Siria, señala el escrito,
el país que mayor demanda de solicitantes tuvo ese año,
mientras que en los diez primeros meses de 2013 (no hay
datos a partir de octubre) se presentaron 594 solicitudes de
protección internacional.
De las 136 personas a las que se ha concedido protección, el
Gobierno aclara que a 3 de ellas se les ha aplicado el
estatuto de refugiado, mientras que al resto se les ha
otorgado protección subsidiaria.
Se recoge también en el texto que todas las solicitudes de
asilo presentadas por nacionales sirios son admitidas a
trámite por la Oficina de Asilo y Refugio (OAR), que eleva
esas peticiones a la Comisión Interministerial de Asilo y
Refugio (CIAR).
Recuerda el Gobierno que España ha pasado a integrar el
grupo de países que cuenta con un programa nacional de
reasentamiento “reafirmando así su compromiso con la
búsqueda de soluciones duraderas para los refugiados”.
Junto a España, otros 10 países de la UE se ofrecieron a
acoger a un total de 12.000 refugiados sirios (el 0,5 por
ciento de los 2,3 millones que han abandonado el país, según
Amnistía Internacional), de los cuales 10.000 irán a
Alemania, el país europeo que más exiliados se ha
comprometido a acoger.
En el Programa de Reasentamiento de Refugiados en España,
aprobado por el Consejo de Ministros el pasado diciembre, el
Ejecutivo se compromete a acoger a 100 refugiados sirios,
cifra a la que hay que sumar los 30 a los que se comprometió
en el anterior programa de reasentamiento, del año 2012.
Según la legislación española, la condición de refugiado
(derecho de asilo) se concede a quienes se encuentran fuera
de su país de origen por miedo a ser perseguidos por motivos
de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas,
pertenencia a determinado grupo social, de género u
orientación sexual.
Por otro lado, el derecho a la protección subsidiaria se
otorga a quienes no reúnen los requisitos para ser
refugiados, pero que, de regresar a su país de origen, se
enfrentarían a un riesgo real de sufrir a “daños graves”
tales como torturas, tratos inhumanos o condenas a pena de
muerte.
El asilo o la protección subsidiaria conllevan la no
devolución ni expulsión de las personas a quienes se les
haya reconocido, además de otorgarles otros derechos como la
expedición de documentos de identidad y viaje, acceso a los
servicios públicos o el derecho al mantenimiento de la
unidad familiar.
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ACNUR: “Los sirios se encuentran la puerta cerrada”
El Alto Comisionado de Naciones
Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha propuesto al Gobierno
que establezca delegaciones de la Oficina de Asilo y Refugio
(OAR) en las fronteras de Ceuta y Melilla para agilizar la
detección de posibles refugiados, abrir una vía de acceso
regular, legal y segura para que puedan pedir protección
internacional y aligerar la situación en los Centros de
Estancia Temporal, que están desbordados. Para la
representante del ACNUR, esta medida, combinada con un
protocolo definido para los traslados que prime la
derivación a la Península de los solicitantes de asilo,
sería beneficiosa tanto para los potenciales refugiados, que
no se verían “atrapados” en los centros de estancia
temporal, como para “desincentivar las llegadas
irregulares”, al reducirse la posibilidad de que los
migrantes económicos sean enviados a suelo peninsular. Y
puso como ejemplo que “si una familia se presenta en Ceuta a
las ocho de la mañana y dice ‘somos sirios, queremos entrar
y pedir asilo en España’, que por favor, les dejen pasar,
que no tengan que volver a las mafias, separarse de sus
niños y enviarles de uno en uno, que se producen tragedias”.
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