El técnico deportivo del Instituto Ceutí de Deportes, Carlos
Folch, ha denunciado una persecución laboral por parte de
los responsables políticos de la Ciudad e, incluso, del
Partido Popular de Ceuta.
Esta persecución no solo va contra su persona, sino que
también ha tenido su persecución en la figura de su hijo,
Jesús Folch, que tras denunciar presentas irregularidades en
la Hípica de Ceuta, tuvo que dejar de ir a la misma, según
ha asegurado Carlos Folch en declaraciones a este diario.
Todo se inicia cuando su hijo Jesús presenta en la Fiscalía
una “serie de hechos que se están produciendo en la Hípica
de Ceuta respecto a cuestiones que entiende que son
ilegales”, relato Carlos Folch.
Los hechos denunciados provocan que la Justicia inicie una
investigación a propuesta de la Fiscalía y dándose traslado
a la autoridad judicial, que acepta la denuncia.
Al cabo del tiempo, según el relato de Carlos Folch, provoca
“que él”, refiriéndose a su hijo Jesús, comienza a ser
“perseguido en la Hípica de Ceuta, de tal forma que termina
por no subir a la Hípica, donde es acosado, insultado y
perseguido; todo con el beneplácito de los gobernantes de
esta ciudad. Consentido por los poderes públicos”.
Todo ello conlleva a que “a una persona que es de Ceuta,
profesional de la hípica, no se le permita entrar en la
instalación”, explica Folch.
Auto de sobreseimiento
El procedimiento judicial puesto en marcha es archivado por
el Juzgado Número 3 de Ceuta a través de un auto de
sobreseimiento provisional de fecha 27 de junio de 2013,
aunque Jesús Folch, hijo del técnico deportivo presenta un
recurso directo de apelación contra el auto ante la Sección
Sexta de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, órgano
judicial que el pasado 21 de abril de 2014 dicta un auto en
el que estima parcialmente el recurso de apelación
interpuesto por Jesús Folch contra el auto de sobreseimiento
emitido por el Juzgado de Instrucción Número 3, revocándolo
y ordenando que se continúen con las diligencias previas
previstas en el procedimiento abreviado iniciado.
Carlos Folch declara que “a raíz de la publicación de mis
artículos contra la Hípica y el Partido Popular”, los
dirigentes “no sólo de la Ciudad sino del Partido Popular se
me empieza a perseguir”.
Persecución profesional
La persecución mencionada “se centraba hasta ahora en el
ámbito del Partido Popular de Ceuta”, matizando que ahora, a
raíz del auto emitido por la Sección Sexta de la Audiencia
Provincial de Cádiz en Ceuta el día 21 de abril, ha pasado
ya “al ámbito profesional”, hecho que demuestra
documentalmente y diciendo que el “día 22 de abril -es decir
un día de notificado el auto- el gerente del Instituto Ceutí
de Deportes, persona que fue citada antes de ser gerente de
este organismo municipal como testigo en el procedimiento y
donde manifiesta que es responsable, por parte del ICD, de
vigilar y controlar que en la Hípica de Ceuta se haga todo
legalmente, me envía un escrito en el que se me obliga a
trabajar en inferior categoría laboral, cambiándome
sustancialmente mi puesto de trabajo”, cuestión que Carlos
Folch entiende “que es ilegal”.
A juicio del técnico del ICD, “lo que se persigue es que me
niegue” a realizar esta labor “y despedirme de mi puesto de
trabajo”.
No es la primera vez
Pero lo curioso del caso es que acciones de este tipo no es
la primera vez que las recibe el técnico, que explica que
“siendo Benjamín Alvarez gerente del ICD, ya lo hizo. Lo
denuncié en el Juzgado de lo Social y tengo sentencia firme
de 29 de junio de 2011 en la que se dice que está prohibido
cambiarme mis circunstancias laborales”.
Folch agrega que, “saltándose esa sentencia firme, el actual
gerente vuelve a hacerlo”, todo ello, según el técnico, “con
el beneplácito de los dirigentes políticos de nuestra ciudad
y del Partido Popular”.
A juicio del técnico deportivo del ICD, “aquí lo que hay es
una persecución política clara, por eso me extraña cuando el
diputado nacional del PP sale en televisión diciendo que la
mejor opción para la ciudad es el Partido Popular de Ceuta”.
¿Cuál, el que persigue a personas que defienden la verdad?
¿Esa es la mejor opción?”, se preguntó.
Carlos Folch afirma que “en estos momentos existe contra mí
y contra mi familia una persecución política clara por parte
de los máximos dirigentes del Partido Popular y los máximos
dirigentes de la Ciudad”.
El técnico deportivo dejó claro que los políticos y los
gobernantes “utilizan a personas que ahora ocupan cargo
político dentro de mi empresa para que me persigan e
intentar echarme de mi puesto de trabajo”.
Actuaciones jurídicas
Ante las graves acusaciones realizadas por Folch, la
pregunta se antoja necesaria y así fue interrogado por este
periódico acerca de que si había denunciado esta situación
que está viviendo, a lo que el técnico respondió que ha
“hecho todas actuaciones jurídicas que se pueden hacer. He
ido a mi sindicato” y se ha reunido con el abogado del mismo
“ y ya se ha puesto a trabajar para denunciar, de nuevo, en
el Juzgado de lo Social una circunstancia que ya había
sucedido y la que había ganado” por medio de una sentencia
de esa instancia judicial en el año 2011, como antes se
cita.
Ante esto, el técnico deportivo razonó que “si tengo una
sentencia firme del 2011 de un gerente, que era Benjamín
Alvarez, familia del presidente de la Ciudad, que en ese
momento me cambia mis circunstancias laborales y gano el
juicio, otra vez vuelven... Esto clama al cielo”, dijo
Carlos Folch.
El técnico deportivo reconoció que “han podido con mi hijo,
porque en esta ciudad los poderes públicos no existen. Han
conseguido que se vaya de Ceuta, siendo un profesional de la
hípica” .
Por último, Carlos Folch culpó al presidente de la Ciudad,
Juan Vivas, de no hacer nada, “ya que yo estuve reunido con
él para contarle lo que estaba sucediendo”.
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