Con tanta pena como gloria hubiera
debido tener, pero que no tuvo, pasó el debate del estado de
la Ciudad, una de esas actividades que cada año se imponen
los políticos de turno para demostrarse a sí mismos más que
a los demás que han “crecido” en la utilización del
palabrerío, pero que, desde hace tiempos, se han quedado
anclados en lo mismo que eran, con lo que el progreso aquí
falta por llegar.
La hora a la que se desarrolló lo más granado del debate me
cogió, como es natural, dando clase, con lo que ha sido más
tarde, con repeticiones televisivas o con informaciones de
los medios de comunicación escritos con lo que me he podido
ir enterando de la progresión que ha habido en unos, el
estancamiento en otros y la falta de chispa en quienes más
necesitarían hacer un buen papel, en estas circunstancias.
Juan Vivas, que sabe que su discurso de atracción hace años
que se le ha desvanecido, tocó un tema que, en otras
circunstancias, podría ser muy atractivo, pero que
conociendo como se conoce la situación, su obra maestra debe
dejar algo que desear. Y es que hablaba de la Educación, en
donde el Gobierno – dice – actúa con “pocas palabras y mucha
implicación”. Bueno, menos mal a que no tienen competencias
en este terreno que si no cualquiera sabe que tranvía se nos
podía haber vendido, por parte del Alcalde.
Y no voy a entrar más en ciertas argumentaciones aportadas
por el Alcalde de Ceuta, en lo relativo a la Educación, pero
sí me voy a detener en otro capítulo por el que Juan Vivas
pasó como gato por ascuas, y es en el asunto de la
Seguridad. Digo que pasó como gato por ascuas porque,
todavía, no vemos claro si quería hablar sobre el asunto o
si lo iba tocando de refilón para que no se abriera ninguna
arista más a las muchas que se han ido abriendo en los meses
pasados, especialmente. Palabras huecas, repetición de
palabras y falta de ganas para entrar de bruces en el
asunto, fue lo que le faltó, a lo largo de su discurso a
Juan Vivas:”El discurso del Gobierno ya lo conocen. Me
gustaría que fuera un discurso compartido por todos. Yo creo
que estamos cerca de que sea un discurso compartido por
todos ... no ponerse medallas en materia de seguridad ...
cuanto menos se hable de la seguridad, cuanto menos se
discuta, cuanto menos se debata sobre la seguridad, mejor
para la seguridad ...”. Lo dicho, ni ruido, ni nueces,
cuando el asunto sí que habría merecido un debate abierto y
un compromiso serio, por parte de todos para que la palabra
“seguridad” sea algo más que una simple palabra que se rompe
más veces de la cuenta y deja al descubierto la auténtica
realidad en este terreno. Por tanto, que nadie, ni el
Alcalde, ni alguno de los concejales, nos venga con
milongas, porque aquí hay lo que en el Ayuntamiento y fuera
de él sabemos que hay y sería preciso que ahora mismo o la
semana próxima, mejor que a la siguiente, alguien pudiera
decir que esa palabra existe aquí con un sentido pleno y con
un respaldo total de los hechos.
Una vez concluido este debate, en el que no se debatió casi
nada porque unos tiraron flores sobre sus siglas, otros no
pasaban del “quisiera” pero no puedo hablar, las prebendas
son las prebendas, y otros al saber que están solos y sin
posibilidades de apoyos, trataron de decir algo pero eso
cayó en saco roto. Al final, todo un fiasco.
Menos mal a que estuvo a punto de poner la guinda a este
debate Carreira, pero aunque sabe moverse en esos terrenos,
cuando el ambiente está tan aburrido, también él tarda en
entrar en harina, con lo que lo más sobresaliente de sus
palabras se quedó en “el Gobierno ha dado estabilidad”. Poca
mercancía que sacar a la escena pero, en realidad, tampoco
es que estuviéramos esperando mucho más. Hay que tener en
cuenta que aquí ya se sabe el percal que cada uno puede
cortar.
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