La inexistencia de una línea de
interés público en el servicio marítimo ha situado al
Gobierno de la Ciudad a los pies de los caballos y en el
foco de las críticas, no ya de los grupos de la oposición
política en la Asamblea sino también de los empresarios,
porque tanto la Confederación como la Cámara de Comercio, no
han ocultado los graves perjuicios que suponen para Ceuta y
su conexión con la península y Europa, la anulación del
buque que partía de nuestro puerto a las seis horas de la
mañana. Una situación que precariza el transporte de nuestra
ciudad en su única “autopista” con la península en la que,
en vez de sumar, cada vez restamos más, ya que a esta
pérdida hay que unir la situación del transporte aéreo por
helicóptero, con los sucesivos plazos y promesas incumplidos
sobre su reanudación.
Quienes vivimos en Ceuta merecemos que el Gobierno local no
actúe con tanta desidia y que desde Madrid, se active mucho
más las actuaciones para evitar deterioros como el que
mencionamos. La integración de nuestros ciudadanos con los
enlaces peninsulares o europeos, requieren de ese primer
barco con salida de Ceuta a las seis de la mañana. Su
anulación es un perjuicio muy grave que no puede contar con
la pasividad del Ejecutivo de Juan Vivas. Hay que paliar
esta orfandad de la línea de interés público y en nuestra
ciudad ha de dormir un buque, como siempre se ha demandado.
La dejadez, la inacción, la pasividad es el contrapunto a la
acción política.
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