PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
 

 

 

cultura - LUNES, 21 DE ABRIL DE 2014


ginés serrán con una de sus obras. cedida.

arte
 

Ginés Serrán y el Premio Convivencia: Méritos propios por su vida y obra

Es un hombre renacentista. Cada año da varias veces la vuelta al planeta como si no viviera en ningún lugar, como si su casa fuera el Mundo. El éxito es que es un trabajador incansable. Ha hecho del arte su vida. No hemos conocido a una persona más libre
 

CEUTA
Elisabeth Díaz

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Viajando por internet hemos encontrado un artículo que se publicó en el mes de febrero de este año en donde la autora proponía que nadie mejor que Ginés se merecía el Premio Convivencia de Ceuta. Creemos que el artículo expresa el sentir de muchas personas que le conocen.

Su candidatura al Premio Convivencia no debía de ser presentada por una persona o institución sino juzgada por los mismos organizadores a partir de los méritos propios del artista, por su vida y obra. Si todavía no se ha reconocido oficialmente su labor en Ceuta ahora podría ser el tiempo de hacerlo. Nadie mejor que él puede simbolizar con el testimonio de su vida la palabra “Convivencia.”

Conocimos a Ginés hace más de cuarenta años. En 1973 éramos estudiantes de Antropología en la Universidad de Nueva York. Ya entonces trabajaba de forma voluntaria sacando su tiempo por las tardes y noches enseñando en una escuela de educación de adultos que había ayudado a crear en el Bajo Manhattan junto a dos sociólogos. La educación que impartían era gratis.

Aquel experimento educativo empezó con varios obreros hispanos y terminó unos diez años más tarde contando con cerca de dos mil estudiantes. He estado muchas veces en el viejo edificio abandonado que el alcalde de Nueva York le prestó cerca de Delancey Street y que él rehabilitó. Ginés quería ayudar al pueblo hispano emigrante a salir de la explotación que sufrían en las fábricas y darles a través de la educación una vida mejor.

Entonces escribió muchos libros que aún pueden comprarse en Amazon book. La editorial de uno de los libros que escribió, “el GED en español”, vendió más de un millón y medio de ejemplares. Consiguió ayudar a miles de familias hispanas sacándolas de las fábricas y encontrándoles trabajos en las oficinas de correos, la policía, el departamento de bomberos y haciéndolos estudiantes de la universidad, profesores, médicos, psicólogos, ingenieros…

Pero han pasado cuarenta años y Ginés sigue haciendo lo mismo. No sólo ayudó a los hispanos sino se convirtió en el máximo defensor de los derechos humanos de los indios norteamericanos quienes llegaron incluso a hermanarlo. Su casa era el paradero de los líderes minoritarios. Recuerdo que un día fui a su apartamento en el Village de Manhattan y estaban en su casa sentados en el suelo, sobre una alfombra, el líder de los chicanos, el líder de los indios americanos, el líder negro de los panteras negras y la representante palestina de Arafat. Y Tamar, la novia de Ginés por aquel entonces, era ni más ni menos que la hija del embajador de Israel en las Naciones Unidas! Ese era y sigue siendo Ginés, una persona que podía unir a personas en su propia casa, sin distinción de las razas.

Es un hombre renacentista. Cada año da varias veces la vuelta al planeta como si no viviera en ningún lugar, como si su casa fuera el Mundo. Muchas personas reconocerían lo difícil que es triunfar fuera de su propio país pero Ginés es capaz de publicar un libro, crear una pintura o esculpir un bronce, sin miedo alguno, en cualquier parte del mundo, y donde quiera que va deja una huella. El éxito es que es un trabajador incansable. Ha hecho del arte su vida. No hemos conocido a una persona más libre.

Durante tantos años que lo conocemos su labor ha sido siempre solidaria. Ha vivido en América, Europa, África, Asia y Oceanía. Ayuda a ONGs, orfelinatos, escuelas, la Cruz Roja, asociaciones religiosas, japoneses, mexicanos, salvadoreños, haitianos, palestinos, judíos, filipinos, malayos, chinos, africanos del Sudán y Uganda…, y un día le pregunté que si también ayudaba en su ciudad natal y me dijo que sí, que había colaborado donando obras a un grupo de religiosos en la barriada del Príncipe y con una asociación local de rotarios.

Hace tan solo unos días, en Facebook, donde tiene a miles de seguidores, Ginés publicó una nota que ha despertado un gran interés, no solo entre cientos de sus amigos de todo el mundo sino parece ser que también en muchas personas de Ceuta. Ha sido esa nota y el artículo que leímos sobre el Premio Convivencia lo que nos ha hecho escribir sobre él. La nota confesional en Facebook de Ginés, dice así:

“Nací y crecí en una sociedad donde mis amigos tenían tradiciones y culturas diferentes a las mías; eran musulmanes, judíos e hindúes y me invitaban a sus casas a compartir sus fiestas. Nos respetábamos los unos a los otros. Es precisamente esa diversidad cultural la fuerza más importante de la ciudad española de Ceuta, mi tierra natal, situada entre las aguas del Mediterráneo y del Atlántico. Me siento orgulloso de haber vivido en ese mosaico de culturas.

Después pasé la mayor parte de mi vida en otra ciudad multicultural como Nueva York, y antes de dedicarme enteramente al Arte estudié Antropología Cultural y fui Asesor en las Naciones Unidas trabajando con diferentes poblaciones nativas en el mundo. Frente a los conflictos y la complejidad que conlleva la diversidad promoví estrategias basadas en la tolerancia, el diálogo y la autosuficiencia para facilitar la coexistencia.

He expuesto mi obra de arte en los cinco continentes. La pintura y la escultura me han servido como puentes para unir culturas. Mi obra ¨La Unión del Mundo: Monumento a la Paz¨ es un ejemplo de ello. Y nunca me olvidé de esos principios tan importantes que aprendí de niño. Quise hacer esculturas que representaran las cuatro culturas y religiones con las que crecí para fomentar el diálogo, la educación, la identidad, facilitar canales de comunicación, y a través del Arte reflejar la riqueza de ese crisol de culturas donde la convivencia y la paz son posibles.”

Aparte del testimonio de su vida, Ginés podría ser un candidato merecedor al Premio Convivencia en su ciudad natal no porque sea una persona internacionalmente famosa que lo es o porque lo recomendaramos nosotros o cualquier persona o institución sino por la histórica contribución que ha realizado creando esculturas en bronce que representarán las diversas comunidades culturales que componen la sociedad ceutí durante cientos o miles de años. Las esculturas de Ginés interpretan de forma artística y recuerdan cada día en la calle el ideal de convivencia de la ciudad de Ceuta.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto