Cada 23 de abril, se celebra el
Día Internacional del Libro y del Derecho del Autor, por así
haberlo declarado la UNESCO, para conmemorar el
fallecimiento en 1616 de Miguel de Cervantes, William
Shaespeare y Garcilaso de la Vega... Celebrándose por tal
efeméride en muchas ciudades diferentes actos culturales,
los que son anunciados con toda la parafernalia de los
aparatos propagandísticos de las diferentes formaciones y
entes oficialistas.
Día del libro, que celebro alejado de la política… porque
más mentiras, trabas y ataques contra la cultura no caben
por parte de muchos políticos. Pero al estar las facetas
culturales, artísticas y literarias… muy ligadas a mí. Vivo
por y para esas fuentes de mi elixir, hasta el punto que,
hace unos días, realicé un circuito cultural por museos
madrileños. Visitando también la Biblioteca Nacional, para
impregnarme de su aroma mientras realizaba gestiones en la
sala de historiadores... Fotografiándome, de nuevo, después
de siete años sin hacerlo, en su puerta principal junto a
los monumentos dedicados a San Isidoro y Alfonso X ‘El
Sabio’…
Debo destacar que, frente a la Biblioteca Nacional, en el
paseo de Recoletos, existe una escultura con una pareja
leyendo un libro, dedicada a ‘Los libreros españoles, al
libro y sus creadores’. La que fue inaugurada, con motivo
del Día del Libro, de hace tres décadas (23 de abril de
1984), por el entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno
Galván. No siendo una escultura más, sino una muy
significativa para mí, ya que, el día de su inauguración,
Tierno Galván declaró a EFE: “Un municipio que no tenga como
fin educar a sus vecinos, puede quedar reducido pura y
simplemente a una empresa comercial”. Porque “una ciudad
perfecta, sería una ciudad apta para la conversación y la
lectura”. Lamentando el alcalde, además que, “en el progreso
haya ciertos aspectos y componentes negativos que
obstaculizan una concepción urbana de este tipo”.
Treinta años han transcurridos, desde aquella buena
percepción que tenía el excelente alcalde socialista, sobre
la cultura y la potenciación de la educación de las
autoridades políticas hacia sus vecinos. Habiendo puesto el
tiempo transcurrido desde entonces hasta hoy a cada cual en
su sitio. Porque, para una determinada parte de la clase
política española, la cultura y la potenciación educativa de
sus ciudadanos, no les importa absolutamente nada. Al
interesarles mucho más otra clase de cultura, como puede ser
la de los pelotazos rateros y saqueadores. Al serles más
rentables esa cultura, con arreglo a la que atesoran y
persiguen ejerciendo un cargo público...
Aunque, allá esos con sus miserias culturales. Porque, el
político y escritor cubano, José Martí, dijo que: “hay tres
cosas que cada persona debería hacer durante su vida:
plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”.
Desconozco, la relación que guardan para José Martí esas
tres acciones. Pero entiendo que, conllevan la creación de
vida y fuente de vidas. Por ello, al plantar un árbol y
tener un hijo las creas y, si escribes un libro también.
Servidor, ha cumplido ya en esta vida con esos requisitos.
Porque he plantado muchos árboles, siendo uno de ellos, un
olivo que se encuentra en el Parque del Carmen de Logroño,
sito por su acceso por avenida Pío XII. También tengo hijos.
Y, escribir un libro, sobradamente lo hice, siendo el
primero el titulado: Almanzor ‘Un especial Universal’,
editado en el año 2002. Teniendo hasta la fecha un total de
18 obras literarias escritas de diferentes temáticas.
Siendo significativo que, en ese libro sobre el caudillo de
al-Andalus, Almanzor, lleva escrito a puño y letra
diferentes frases mías. Siendo una de ellas, la que figura
en la página 152 que dice: ‘Secuestrar, quemar o destruir un
libro es atentar contra la vida o la libertad’. Y la de la
página 202: ‘La cultura no protege a los tiranos’.
El significado de las mismas, no por casualidad las inserté
con tanta rotundidad, al haber arrasado Almanzor las
bibliotecas existentes en su arbitrario mandato dictatorial.
Pero, además, era impensable en mí, mucho antes de la
publicación de esa mi primera obra literaria en 2002.
Toparme con tanta podredumbre existente en la cultura… por
culpa de ciertos poderes políticos y sus afines ‘sénecas’
bufones, trepadores, negros y equilibristas… En fin…
Antes de finalizar esta tribuna de opinión, expresar mi más
sentido pésame y condolencias a los familiares del Premio
Nobel de Literatura de 1982, Gabriel García Márquez, por el
fallecimiento del insigne periodista y escritor colombiano,
el Jueves Santo pasado en México DF, a los 87 años de edad.
‘Cien años de soledad’ fue la obra que le catapultó a lo más
alto de la literatura. Y si ‘Gabo’ se ha marchado dejando
huérfano al mundo de las letras. Sus libros escritos son
vidas y fuentes de vidas perennes para la humanidad.
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