El Campus Universitario ya está en marcha. Sin embargo, sus
aledaños han quedado abandonados sin que nadie arregle la
carretera que sube de Pozo Rayo y que deja sólo un carril y
medio para que pasen vehículos a ambos lados. Desde hace
meses los vecinos esperan que se arregle esta situación,
sobre todo, después de que el campus se llenara de alumnos.
En las horas punta, de entrada y salida, son numerosos los
coches que circulan por esta carretera, donde se incrementa
el peligro de que choquen los vehículos, debido a la falta
de espacio para que pasen dos al mismo tiempo.
La valla que se encuentra en el carril más cercano al Campus
Universitario cierra un espacio en el que se encuentra una
pendiente que acaba en el lateral del edificio de la
universidad. Esta franja se encuentra totalmente abandonada,
como demuestra la hierba que campa por la zona a sus anchas.
Incluso en la base de la valla, situada arriba, las flores
silvestres han tomado el terreno para hacerlo suyo.
Los vecinos están molestos por una situación que no saben
cuánto tiempo durará y preocupados por que se pueda producir
un accidente, ya que no son pocos los coches que pasan por
esa zona a una velocidad por encima de lo permitido en
ciudad. Además, con la apertura del campus el tráfico de
viandantes se ha intensificado en la zona. Un problema más,
porque la acera que debería ir en el margen pegado a la
universidad no existe y ni siquiera se adivina en la zona la
intención de construirla.
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