La jornada del Viernes Santo concluyó con la hermandad del
Santo Entierro en el Santuario de Nuestra Señora de África
después de tomar la decisión de recortar su itinerario y no
subir hasta la calle Padilla, tal y como estaba previsto.
Tal y como confirmaba ayer a EL PUEBLO el hermano mayor de
la cofradía, Mariano Cerdá, ante el temor de la Junta de
Gobierno de que la nueva cuadrilla de la Soledad, por su
inexperiencia, no lograra a completar el itinerario fijado
inicialmente se decidió recortar el recorrido.
Como viene siendo tradicional, las mujeres costaleras
portaron con mimo al Cristo yacente, demostrando una vez más
la seriedad y el compromiso de estas para con la Semana
Santa y el Titular de la Hermandad, mientras que la imagen
de Nuestra Señora de la Soledad estrenaba cuadrilla y se
reencontraba con los ceutíes, aunque sin techo de palio, tal
y como ya ocurriera el pasado año.
El comandante general hizo de representante Real y un
piquete de Artillería acompañó musicalmente al Cristo
Yacente con cornetas y tambores, mientras que la Banda
Municipal fue la encargada de tocar las marchas pertinentes
a Nuestra Señora de la Soledad.
Al igual que al resto de hermandades que procesionaron el
pasado Viernes Santo, la cofradía hizo su entrada en carrera
oficial a las 21.45 horas, para posteriormente tomar la
decisión de cambiar el itinerario y dirigirse por Víctori
Goñalons y Jáudenes hasta la Santa Iglesia Catedral para
realizar su Estación de Penitencia y desde allí dirigirse
hasta su sede para proceder a su recogida. Este recorte en
el itinerario provocó que el Santo Entierro se recogiera y
realizara Estación de Penitencia antes que la hermandad de
la Expiración.
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