Los últimos datos del informe
Eurostat no han supuesto nada nuevo bajo el sol, sino más de
lo mismo: Ceuta se encuentra en una situación límite,
endémica, con una tasa de paro del 35,6% y que a nivel de
desempleo juvenil es brutal: el 72,7%, lo que supone que
tres de cada cuatro jóvenes no tienen trabajo.Una situación
frustrante para quienes no ven una salida en la
empleabilidad, ni tan siquiera temporal y que sitúa las
acuciantes cifras de Ceuta en unos niveles alarmantes. Un
síntoma claro, como bien apunta el PSOE, de claro fracaso en
las políticas del Gobierno en esta materia, por lo que el
objetivo prioritario ha de ser generar empleo como
constante.
El secretario general de la UGT de Ceuta vincula la
inversión privada con el descenso del paro, a la vista que
las políticas de inversión pública no han remediado esta
“pandemia” y que se hace imprescindible y urgente, recuperar
el tejido empresarial, y generar empleo estructural. No
podemos contentarnos con medidas paliativas, pasajeras,
eventuales, como los Planes de Empleo que son un “pan para
hoy y hambre para mañana” o un parche en lo que habrían de
ser políticas económicas que regeneren nuestro tejido
productivo.
Se impone hoy más que nunca revertir ese desempleo endémico
que caracteriza a Ceuta e impulsar políticas eficaces,
imaginativas, que propicien el arraigo de los jóvenes en
Ceuta y no “facilitarles” su marcha para que busquen nuevos
horizontes. Una ciudad como ésta, en permanente ruina
económica ni es rentable para los que están, ni para los que
quieren estar y han de marcharse para buscarse el futuro.
Los responsables políticos han de olvidarse de tantas
reuniones y Mesas para empezar a propiciar resultados
prácticos.
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