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La actuación policial en la
barriada de El Príncipe en las últimas horas, ya comienza a
dar sus frutos: la detención de “Harry” a quien buscaban los
asesinos de Munir, un pistolero con un historial delictivo
de 28 arrestos, que ha sido puesto a disposición judicial.
La policia destaca que hubo colaboración vecinal, algo
imprescindible para desmontar el ambiente de terror,
pistolas y muerte, esencial para acabar con los asesinos. No
caben contemplaciones con los malditos que rompen de dolor a
las familias e impregnan de sangre un barrio que merece
vivir en paz. De ahí que las personas de bien han de unirse
para erradicar a los indeseables y evitar que se sientan
protegidos por ningún pacto de silencio implícito o
explícito.
El nuevo Jefe Superior de Policía solicitó un margen de
tiempo para exponer el diseño del plan de actuación, pero lo
cierto es que los resultados han llegado a la semana de su
comparecencia de prensa. Y ha sido con determinación y
eficacia, algo a destacar, cuando una parte de la ciudadanía
se echa a la calle reclamando seguridad. Al ejemplo cívico
que dieron los manifestantes hay que unir ahora, como
positivo, la colaboración ciudadana con la policía para
contribuir a un objetivo común: acabar con la delincuencia,
con los tiros indiscriminados y con los asesinos. El
Príncipe ha de comenzar a dar muestras de que allí no hay
lugar, ni cobijo para quienes tienen las manos manchadas de
sangre. Es un reto que contribuye a dotar de credibilidad a
los vecinos en su grito alto y claro contra la delincuencia.
Lo que se dijo por las calles el jueves, ha de verse
ratificado con actitudes, conductas y decisiones en las que
no se encubran a ningún malhechor. Ceuta ha de unirse contra
quienes quieren alterar el orden y la convivencia pacífica.
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OPINIÓN / EDITORIAL
