“El futuro hará justicia a Marruecos, devolviéndole sus
provincias del sur y sus tierras ocupadas”. La frase fue
pronunciada hace dos años por Abdelilah Benkirane, primer
ministro. Se refería al Sáhara Occidental y a Ceuta y
Melilla, además de los pequeños islotes españoles situados a
escasos metros de tierra africana.
Hasta ahora, Marruecos ha mantenido en ‘stand by’ su
reivindicación de estos territorios que pertenecen a España.
La última vez que el país vecino solicitó en el Comité de
Descolonización de Naciones Unidas la devolución de las dos
ciudades autónomas y de los pequeños islotes fue en 1975.
Cambio de estrategia de Marruecos
No obstante, España tiene datos que hacen temer lo peor.
Diplomáticos expertos en el contencioso han advertido a los
máximos responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores
que Marruecos no ha olvidado esta petición y prepara una
ofensiva para volver a activarla.
Según ha podido saber El Confidencial Digital, Exteriores
maneja varios informes internos que detallan cómo Marruecos
está realizando movimientos discretos para pasar a la acción
en 2015, coincidiendo con el XL aniversario de su
reivindicación ante el también llamado Comité de los 24 de
la ONU.
Los analistas han detectado que diversas asociaciones y
lobbys marroquíes están logrando hacer mella en la voluntad
del rey Mohamed VI y el gobierno marroquí. Estos grupos
preparan acciones como la que protagonizó el Comité de
Coordinación para la Liberación de Melilla ocupando el peñón
de Vélez de la Gomera durante unas horas en 2012.
La posición de Marruecos
Durante los últimos treinta y ocho años, Marruecos ha dejado
a un lado la reclamación de los territorios del norte. Su
política exterior se ha centrado en mantener la
“marroquinidad” del Sahara Occidental, que pertenece ‘de
iure’ a España, pero que gestiona ‘de facto’ Marruecos.
Marruecos considera que Ceuta, Melilla y los islotes que
pertenecen a España son enclaves coloniales y que su
reivindicación sería atendida y tomada en consideración en
Naciones Unidas. Compara la situación de las ciudades
autónomas con Gibraltar.
Es más, se está utilizando ahora el argumento de que estos
territorios enclavados en el norte de África no entran en el
perímetro de la OTAN, algo que España aceptó cuando se
incorporó al pacto en el 86. De hecho, cuando fuerzas
marroquíes ocuparon Perejil, España tuvo que mandar los F-18
y F-1 de manera totalmente autónoma para defender su
soberanía al margen de la alianza atlántica. Tampoco la Liga
Árabe y la Unión Africana consideran Ceuta y Melilla como
territorios soberanos de España.
La llave la tiene el rey
Fuentes diplomáticas indican que la decisión final sobre
esta ofensiva siempre la tomará el rey marroquí. La llave
para activar esta reivindicación se encuentra en manos de
Palacio, como se denomina en Exteriores a la Corona del país
vecino.
De momento, Mohamed VI no ha realizado ninguna declaración
al respecto, aunque algunos diplomáticos españoles
consideran que el monarca es cada vez más sensible a las
reivindicaciones de la población. En este caso, el Gobierno
actual es partidario de activar la reivindicación soberana
de Ceuta, Melilla y los islotes.
La postura española
En Exteriores existe división de opiniones sobre la
situación de Ceuta y Melilla. Mientras un sector de la
carrera diplomática considera que las dos ciudades autónomas
y los islotes jamás podrán ser considerados territorios
coloniales, otro grupo considera que el Ministerio debe
prestar máxima atención a esta zona. Alertan de que se trata
de un conflicto de máxima prioridad.
En este último sector se enmarca Francisco Villar, ex
embajador en Francia, ex embajador representante permanente
ante las Naciones Unidas y uno de los diplomáticos mejor
considerados en Exteriores. Villar ha declarado que el
asunto de Ceuta y Melilla “está pendiendo cual espada de
Damocles sobre la cabeza del gobierno español hasta que a
Rabat le interese reanimarla”.
De la misma opinión es Ángel Manuel Ballesteros, el primer y
único diplomático destinado en el Sahara Occidental tras la
salida de España. Afirma que “tratándose del vecino del sur,
tan dado a celebraciones, una ignorancia semejante [en
relación a Ceuta y Melilla] podría ser peligrosa, por lo que
quizá convenga estar preparados”.
Una de las claves que también preocupa a España es la
conexión entre el conflicto de Gibraltar y el de Ceuta y
Melilla. En Exteriores hay diplomáticos que optan por no
insistir en la recuperación de la colonia británica, ya que
eso conllevaría la ‘entrega’ de las ciudades autónomas a
Marruecos. Consideran que las grandes potencias no
permitirían una superioridad territorial de España en un
enclave estratégico como el Estrecho. Fuentes consultadas
añaden que el papel del rey don Juan Carlos será clave en
caso de que Marruecos inicie su ofensiva para anexionarse
Ceuta y Melilla.
¿Qué opina el Comité de Descolonización de la ONU?
De momento, el Comité de Descolonización no ha incluido a
Ceuta y Melilla entre la lista de territorios que las
potencias deberían devolver, como es el caso de Gibraltar o
las Malvinas. No obstante, fuentes diplomáticas llaman la
atención sobre el hecho de que en el año 75, Ceuta y Melilla
sí que fueron motivo de discusión en la ONU. En aquel
cónclave, añaden, Marruecos contó con el apoyo de la mayor
parte de las grandes potencias mundiales.
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