El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo que
confía en poder negociar después de las elecciones europeas
un Pacto de Estado sobre inmigración que dote de un estatuto
jurídico seguro para la Guardia Civil y la Policía Nacional
que se encuentran en las fronteras de Ceuta y Melilla.
En el transcurso del desayuno informativo en el que el
presidente de la ciudad autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas,
pronunció una conferencia basada fundamentalmente en
inmigración, Fernández Díaz apostó por “negociar una
política de Estado” con el PSOE y con las fuerzas políticas
que quieran sumarse en materia de inmigración.
Ese pacto, según Fernández Díaz deberá “establecer un marco
jurídico” que “sobre la base de la legislación nacional,
comunitaria e internacional” y “con pleno respeto a los
inmigrantes” dote de un estatuto jurídico “lo
suficientemente seguro” a “quienes tienen la misión de velar
por la inviolabilidad de nuestras fronteras”, de manera que
“se sientan respaldados jurídica, social y políticamente”.
Fernández Díaz explicó que la misión de la Guardia Civil “no
se hace igual en el aeropuerto de Barajas que en Ceuta y
Melilla”.
Añadió que si se quiere que la política de inmigración sea
comunitaria primero tendrá que ser una política española
porque con “poca autoridad” se puede presentar España en
Bruselas pidiendo que sea una política comunitaria “si no
hemos sido capaces primero que sea política nacional”.
Al término del desayuno, Fernández Díaz volvió a insistir en
este asunto ante las preguntas de la prensa, defendiendo la
labor de la Guardia Civil, por lo que se le preguntó: ¿para
qué hay una segunda valla, si cuando se atraviesa la primera
ya se está en España”?, ¿para qué está la Guardia Civil
entre vallado?”.
Tras agradecer la disposición mostrada por el PSOE para
sentarse a negociar, Fernández Díaz precisó que la
“compasión” hacia los inmigrantes no es patrimonio de unos,
ya que es “compartido por todos”.
Sin embargo, precisó que lo peor que se puede hacer a los
inmigrantes es “facilitar” la inmigración ilegal porque así
se creará el caldo de cultivo para la aparición del racismo
y la xenofobia.
Fernández Días también se refirió a la comisaria europea
Cecilia Malström, que cuestionó la respuesta española a la
inmigración y ha dicho que “a veces se ven las cosas muy
cómodamente desde miles de kilómetros de distancia”.
Por ello, el ministro ha pedido la implicación del conjunto
de la Unión Europea.
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