En la IV cumbre entre la Unión
Europea y África, que finalizó en Bruselas el pasado día
tres de abril, se han analizado, debatido, y concluido una
serie de decisiones vitales, que pueden influir en la mejora
de vida de millones de personas, en una de las zonas más
necesitadas y castigadas.
Se han reunido mandatarios de ambos continentes, 41 de ellos
africanos, que han llegado a una serie de acuerdos para
implementarlos, durante el periodo 2014-17. Ha sido una
oportunidad insólita, que puede contribuir a paliar las
condiciones de vida y de falta de libertad en una mayoría de
países africanos. Han sido testigos los mandatarios que
pueden favorecer y contribuir al éxito de los acuerdos
adoptados.
No es baladí el contraste y la realidad a la que nos
referimos: “El PIB por habitante de la Unión Europea
representa 34.000 dólares frente a una región en la que hay
países que solo alcanzan los 1.600 dólares, una región que
concentra a los 10 países más pobres del planeta… No hay dos
regiones fronterizas en el mundo con una mayor desigualdad
que la que existe entre la Unión Europea y África” Son
manifestaciones de Elena Valenciano, que lidera la
candidatura del PSOE a las elecciones europeas, realizadas
en un artículo publicado en un medio de prensa a nivel
nacional.
En la agenda planteada, además de la paz y el desarrollo
económico, el Gobierno de España impulsó que la lucha contra
la inmigración irregular ocupara un lugar prioritario. Hecho
que salió favorecido por la tragedia de Lampedusa y los
asaltos a las vallas de Ceuta y Melilla. El tema de la
seguridad también fue abordado en profundidad, pues la UE
aportará 750 millones de euros, que posibilitarán el
entrenamiento de 17.000 soldados africanos, además de
operaciones que aminoren las tragedias de Mali y la
República Centroafricana. En esta última intervención
participarán nueve países europeos, entre ellos España.
Ante el problema de la inmigración se firmó un plan de
acción de cinco puntos: Lucha contra la trata de seres
humanos, contrarrestar la inmigración ilegal, medidas para
facilitar el envío de remesas al África, mejor organización
de la migración legal y aumento de la protección
internacional de refugiados. El Gobierno de Madrid presionó
para que la UE negocie acuerdos con los países en origen de
la inmigración irregular. Una posible inconveniencia es la
no vinculación de la ayuda económica a la colaboración en la
lucha contra este problema, aunque hay esperanzas que se
tenga en cuenta esta circunstancia, cuando se proceda al
reparto de los 28.000 millones de euros, que la UE pretende
destinar en el periodo 2.014-2.020.
A continuación voy a resaltar las manifestaciones de dos
mandatarios africanos, que reforzarían perspectivas de
futuro y esperanza ante la situación actual. “Lo que Europa
puede y debe seguir haciendo es apoyarnos sobre todo en las
infraestructuras y en la formación. Nuestros sectores
tradicionales están relacionados con la agricultura, donde
la productividad está creciendo y eso es un paso importante.
Eso genera la necesidad de dinamizar la agroindustria y la
necesidad de infraestructuras para poder alimentar estos
procesos” Son palabras del presidente de Mozambique.
Por otra parte el Presidente de la República del Congo
indica: “Estoy convencido de que África tiene medios para
que su gente joven trabaje en el continente y no tengan que
estar en el fondo del Mediterráneo. El Mediterráneo debería
ser un espacio de cooperación entre Europa y África y se ha
convertido en un cementerio con miles de jóvenes que se
pierden en el fondo del Mediterráneo” Manifestaciones
recogidas en Euronews.
En otro artículo, esta vez elaborado por Mariano Rajoy,
manifestaba: “ Es imperativo poner al día nuestra relación
con África y, para España, esa relación debe tener tres
pilares. En primer lugar, responder a los desafíos a la paz
y la seguridad…En segundo lugar, debe contribuir al avance
de la democracia y los derechos humanos…Y, por último, debe
promover una asociación económica entre África y Europa…”
Con estas manifestaciones no se puede estar en desacuerdo,
está bien que se lleven a la práctica, pero lamentablemente
no podemos obviar la posibilidad de encontrarnos con las
típicas promesas de Rajoy, cuando está próxima una cita
electoral, que terminan por no cumplirse. Sin embargo, como
expresó Elena Valenciano: “Se ha desperdiciado la mitad de
la legislatura para corresponsabilizar a la UE en la gestión
de la inmigración hacía España y Europa…Hasta ahora no hay
política de Estado sobre África. El Gobierno de Rajoy la ha
clausurado…”
Para finalizar, quiero aludir a la importancia de vislumbrar
las ventajas y las posibilidades reales de un cambio de
tendencia, que nos haga prever que hay salida, para un
continente africano capaz de afrontar las dificultades y
establecer los cambios necesarios. No va a ser algo fácil y
rápido, pero si hay un fortalecimiento de las instituciones,
de la democracia, una mayor cooperación en formación y en
inversión, África es un continente que podrá crear riqueza
apoyándose en los recursos humanos y naturales, que no se
están aprovechando o no llegan sus beneficios a una mayoría
de la población. Los dirigentes deben suplantar a los
sátrapas y con la ayuda europea e internacional favorecer el
desarrollo de la democracia.
En definitiva, que las emergencias analizadas en esta
Cumbre, relacionadas con el desarrollo, la inmigración y la
seguridad, se traduzcan en hechos concretos de progreso,
para que sean un realidad las transformaciones deseadas,
donde la migración legal sea la normalidad y los incidentes
de las vallas sean recuerdo del pasado. Esperemos avances
importantes, que se comprueben en la próxima cumbre a
desarrollar en África durante 2.017.
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