La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal,
consideró ayer que Ceuta y Melilla deben ser recompensadas
por Europa debido al “sobreesfuerzo” que hacen las dos
ciudades autónomas por la situación fronteriza que tienen.
Este planteamiento de que se dé un tratamiento especial a
las dos ciudades norteafricanas figura en el programa del PP
a las elecciones europeas, según avanzó ayer la número dos
del Partido Popular, que viajó a Melilla para clausurar la
Convención Regional de su partido y conocer de primera mano
la situación que vive nuestra ciudad en cuanto a la presión
migratoria.
Cospedal aprovechó para conocer de cerca el perímetro
fronterizo que con cierta frecuencia es escenario de
reiterados intentos de entrada masiva de cientos de
inmigrantes subsaharianos. Además, también estuvo unos
minutos en el paso fronterizo de Beni-Enzar, donde fue
recibida por los máximos responsables del Cuerpo Nacional de
Policía y la Guardia Civil en nuestra ciudad, José Ángel
González Jiménez y Ambrosio Martín Villaseñor,
respectivamente.
Durante su visita a la frontera, la secretaria general del
PP estuvo acompañada del vicesecretario de Estudios y
Programas del PP, Esteban González Pons, y del delegado del
Gobierno, Abdelmalik El Barkani. Tras conocer de cerca la
situación, hizo declaraciones a los periodistas para
insistir en las ideas que ya había puesto de manifiesto
horas antes en la Convención Regional del PP.
Así, reiteró la postura de su partido respecto a la
necesidad de que la inmigración sea “una política de Estado”
y no un arma arrojadiza entre las formaciones políticas. Y
menos cuando España se encuentra en la antesala de las
elecciones europeas, que se celebran en poco más de mes y
medio, el 25 de mayo.
A su juicio, la inmigración no debe servir para alimentar
enfrentamientos entre opciones o ideologías políticas,
independientemente del partido que esté gobernando. Al
contrario: defendió que debe ser abordada como “una política
de Estado”, en la que se vele por la seguridad y libertad de
los ciudadanos de España, y también de aquellos que lo
quieren ser emigrando a nuestro país. Es necesario, en
definitiva, que los derechos y libertades de todo el mundo
estén protegidas.
Además, Cospedal subrayó la necesidad de ese pacto entre
partidos por la importancia que tiene para las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado el hecho de que se las pueda
“reforzar y ayudar” con esa política común, ausente de
“vaivenes políticos” y “frivolidades” cuyo único objetivo es
“tratar de sacar ventajismo parlamentario o hacer campañas
electorales con este tema”.
“No se trata de eso, sino de defender la seguridad y
libertad de los españoles y de quienes quieren serlo”,
insistió Cospedal antes de recordar que los inmigrantes
tienen derecho a entrar en España, pero de manera regular.
También destacó la necesidad de defender a los que no optan
por esos cauces legales y que son víctimas de las mafias de
tráfico de seres humanos, a las que hay que perseguir por
sus “actos delictivos”.
Según apuntó, para atajar este grave problema hay que
trabajar en dos vertientes. La primera, en los países de
origen de ese problema para que sus ciudadanos no tengan
como única opción la inmigración clandestina, haciendo
posible que en ellos se cumplan los derechos humanos y haya
posibilidades de prosperar. “En materia de cooperación hay
mucho que hacer”, resumió. La segunda está mirando a Europa,
ya que la política de inmigración es comunitaria y el resto
de países deben concienciarse de que ésta “no es una
cuestión exclusiva de España”. Por eso cree que hay que
trabajar por una política de inmigración real y no ficticia
en el seno de la Unión Europea.
Devoluciones en caliente
Cospedal también salió en defensa de las Fuerzas de
Seguridad del Estado, más concretamente de la Guardia Civil,
sobre la que dijo tener puesta su confianza después de haber
sido criticada por hipotéticas devoluciones en caliente. “Su
primera obligación es cumplir la Ley y hacerla cumplir, y
eso es lo que creo que hace todos los días”, manifestó antes
de abandonar el paso fronterizo de Beni-Enzar, el más
importante entre Melilla y Marruecos.
También el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, se
refirió a este asunto en su intervención en la Convención
Regional. Así, recordó que el problema de fondo que tiene
este asunto es la sensación de permeabilidad de la frontera
de Melilla, lo cual es “muy malo” para la imagen y el futuro
ciudad, que “sufre” con todo esto. “La valla está puesta
para que no se incumpla la Ley. No está para que sea un
coladero”, recordó Imbroda tras reiterar su petición de que
se modifique la Ley de Extranjería para “dar más argumentos
legales” a los agentes que se encargan de custodiar la
frontera.
Al hilo, también salió en defensa de la Guardia Civil
después de que el Instituto Anatómico Forense confirmara que
los 15 inmigrantes fallecidos en Ceuta hace dos meses
murieron ahogados y no por el impacto de las bolas de goma.
Además, reiteró una idea que ya expuso días atrás respecto a
las críticas del PSOE por este asunto a pesar de que también
hubo fallecidos en las vallas cuando este partido estuvo
gobernando entre 2004 y 2011.
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