En uno de los capitulos de la
serie de aquellos domingos, Sandokan donde el actor indio
Kabir Bedi hizo el delirio y la locura de las españolas en
los setenta, el segundo Capitán de la chalupa era Yáñez y
haciendo lectura de lo que estaba escribiendo, en el diario
de a bordo, me llamó la atención eso de agua... UN CUBO.
-O sea que de todo lo que había en ese barco , y estando a
la deriva y esperando un combate inminente, sólo tenían un
cubo de agua para beber.
-Esta entrada que me viene de perlas para valorar en un
momento dado de nuestras vidas ,lo fundamental y prescindir
de lo superfluo... me salen dos o tres conclusiones.
-OPOSICIONES, estuve hace la tira de años en Los Delfines
con el malogrado Alfonso Lozano y como me habia puesto
gordo, me recomendaron aquellas instalaciones, y entrenar
con los opositores , dicho y hecho en menos de unos cuatro
meses, era un fibrado y atleta que me bebia la banda jugando
al fútbol y presumía de cuerpo en la playa, así con la
fuerza y flexibilidad que tuve durante mucho tiempo.
-Las instalaciones eran de extremada dureza, por cualquier
época del año, ducha fría, el equipamiento de pesas oxidado,
y la humedad y el ruido de las olas que golpeaba las
paredes, y pensábamos que aquello se caia cualquier dia.
-De allí salieron muchas promociones de POLICIA, BOMBERO,
GUARDIA CIVIL , y muchos me decían mientras jadeábamos
sudando extenuados, ¿ Javier, tu para que te estás
preparando ? y decía para nada, simplemente coger la forma.
-En aquellos tiempos, el Club sufrió en 1989 , un pavoroso
incendio cuando unos niñatos cabrones pegaron fuego con
bencina a unas piraguas y aquello se extendió en pocos
minutos, quedando calcinada toda la instalación.
-Una noche cuando Alfonso pudo abrir a duras penas, aquel
sitio donde poder entrenar , me vi debajo de un grio a medio
metro de altura en el rellano de entrada, a modo de ducha ,
y cogiendo un taxi para volver a casa, me lamentaba al
conductor diciendole, como podian putear a unos piragüistas,
halterófilos, y opositores, por una panda de becerros
engrifados de pegamento, que estarían en menores o en la
calle , mientras uno se bañaba debajo de un grifo.
-El otro dia, me vino a la memoria todo esto que cuanto ,
por cuando el termo o calentador del club donde me ejercito
, estaba a ultima hora, sin fuerza y se hacían turnos o
colar para coger unos segundos o minutos de agua caliente.
-Sin darme cuenta me puse debajo del chorro, y al murmullo
de uno que se quejaba, empecé a relatar y exclamar pasajes
de la vida, de las oposiciones, de los destinos de los
funcionarios, de la paga extra, de la buena comida, de las
copas y las noches, de los turnos y retenes, y las buenas
tias en el listín telefónico , para el ocio y disfrute
posterior.
-Y a todo esto yo me decía, y no nos acordamos del agua fría
y el cagaero de los Delfines ? ...
-El charco... hubo un tiempo que muchos que vinieron de la
India, en los tiempos de mariacastaña , con una mano detrás
y otra alante... metidos catorce en un cuchitril, con las
gafas mas gordas que un peine de tortuga, con el tizne del
sol, y los pantalones de los Chichos , fueron triunfando y
ganando dinero en los tiempos de los paraguayos.
-Al final , en un local , uno ofreció un Marlboro y el otro
espetó no... es que yo fumo John Player Special, y para el
remate... quieres agua ? no... yo bebo Lanjarón...
-Y saltó uno que había llevado de la mano al colegio a más
de uno y no pudo más, y dijo, toda la vida bebiendo en un
charco en la gran China... y ahora a pedir Lanjarón...
-Así recuerdo a muchos sus orígenes, porque otro día
contaré, eso del cerco del culo del charra... pero hoy toca
el charco.
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