La Hermandad de los Remedios iniciará hoy su tradicional
Septenario Doloroso en honor de la Virgen del Mayor Dolor,
que ya se encuentra entronizada en un elegante y sobrio
altar efímero levantado en el presbiterio del templo
parroquial.
Estos cultos, de tanto arraigo en la Cuaresma ceutí y que
constituyen una de las más preciadas señas de identidad de
la Parroquia, serán presididos en esta edición por el padre
Cristóbal Flor Domínguez, párroco del Valle; iniciándose a
las 19.30 horas con la Exposición del Santísimo Sacramento,
rezo de la Corona Dolorosa, Ejercicio del Septenario,
Bendición y Reserva; celebrándose la Santa Misa a las 20.00
horas.
La venerada imagen de Nuestra Señora del Mayor Dolor, obra
creada por el imaginero sevillano Juan de Astorga en 1828,
presidirá su altar de cultos luciendo estética de clásico y
añejo sabor inspirada en las antiguas formas de vestir a la
Dolorosa entre finales del siglo XIX y principios del XX.
Lucirá la diadema de plata y los siete puñales
representativos de sus principales dolores, así como las
prendas más antiguas que se conservan en su ajuar: el manto
y la saya que fueron bordadas en oro sobre terciopelo negro
por la acreditada firma “Justo Burillo” de Valencia,
donación de Aurora Fernández a principios del pasado siglo.
El atuendo se completa con encajes antiguos y una rica
pasamanería de hojilla de oro del siglo XIX que se estrena
para la ocasión.
El altar efímero, levantado para acoger durante estos siete
días a la sagrada imagen, destaca este año por su sencillez,
siguiendo la idea de recuperar, en lo posible, la estética
tradicional propia de estos cultos religiosos y que se ha
ido perdiendo en los últimos tiempos ante la gran influencia
mediática del actual gusto cofrade sevillano. En su montaje
se han empleado los antiguos respiraderos que el tallista
José Oliva realizara para el Santo Entierro de nuestra
ciudad, la peana procesional de la Virgen y elementos de
gran singularidad como los galones, la bambalina y el
frontal de altar de manufactura francesa decimonónica, que
prestan al conjunto la distinción propia del romanticismo,
movimiento cultural y estético vigente a finales del XIX,
época y estilo en el que se encuadra la Dolorosa de los
Remedios. Los actos cuaresmales en honor de Nuestra Señora
del Mayor Dolor culminarán con el tradicional Besamanos del
Viernes de Dolores, 11 de abril, permaneciendo el templo
abierto ininterrumpidamente de 9 de la mañana a 10 de la
noche.
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