Las últimas manifestaciones realizadas por la secretaria de
Estado de Educación, Montserrat Gomendio, sobre el futuro de
la educación y el rol que deben jugar los docentes ha
encendido a los sindicatos del sector educativo, quienes
afirman que “la LOMCE no aborda cambios de metodología”,
además de replicar que “el Gobierno del PP han hecho todo lo
posible por dificultar la tarea a profesores y centros”.
En este sentido tanto FETE-UGT como FE-CCOO, ANPE, o CSI-F
han asegurado que la secretaria de Estado de Educación
“primero ha presentado la LOMCE como solución a todos los
problemas, como si no fuera suya o no la hubiera leído. Y,
segundo, situar la responsabilidad en el profesorado es un
acto de cinismo porque luego Educación hace todo lo
contrario de lo que dice que hay que hacer”.
Según datos de CCOO, España ha perdido durante la crisis al
menos un 12% del gasto educativo, unos 6.300 millones de
euros. Aplicadas a los maestros, estas cifras se traducen en
33.000 profesores menos en el último año y medio (algunas
fuentes como el sindicato ANPE lo cifran en 55.000 desde el
comienzo de la crisis), pérdida de poder adquisitivo para
los docentes de entre un 44% y un 63% en cinco años y en
función del cuerpo docente al que pertenezcan... “No se
puede cambiar el sistema educativo despidiendo profesores y
recortando la formación”.
Igualmente, las centrales sindicales manifiestan que “las
pérdidas económicas no son las únicas que sufren los
maestros, y resaltan que también se ha producido un aumento
de las horas lectivas, de las ratios alumno profesor en el
aula, no se cubren las bajas, desaparición de desdobles y
programas de refuerzo derivado de los despidos de profesores
y menos horas de biblioteca son otras consecuencias de los
recortes, dicen los sindicatos, que dificultan en buena
medida la atención personalizada necesaria para que cada
alumno llegue al máximo que pueda llegar.
Para ANPE el problema es que “hace falta una reforma que lo
abarque todo, los centros, el método, la autonomía... y los
profesores”. El famoso estatuto del docente, atascado desde
hace años antes de llegar a la mesa de negociación, incluso.
Además los sindicatos consideran contradictorio pedir a los
docentes un cambio en el sistema de enseñanza sin darles
antes los instrumentos para ello.
“Necesitamos desarrollar el acceso, atraer a los mejores,
decidir qué formación se les da, cómo se desarrolla la
carrera profesional a partir de ahí”, empieza. Precisamente,
tal y como han manifestado las centrales sindicales, el
estatuto del docente es una de las ambiciones de los
sindicatos de la docencia, pero la situación no tiene visos
de resolverse a corto plazo. “Gomendio tiene en su mano
sentarnos a hablar del estatuto, de la docencia, pero no lo
hace. Parece que no hay nada que pueda hacer y es la segunda
responsable de educación del país”.
Uno de los aspectos que llama la atención a algunos
analistas sobre los exámenes PISA es que aparentemente los
estudiantes de mayor nivel socioeconómico riden
comparativamente peor que los que provienen de clases
sociales más bajas.
Por último, los sindicatos destacan que es un hecho
demostrado en la educación que el nivel socioeconómico y
cultural de las familias (el nivel de estudios y económico
de los padres) tiene una fuerte influencia en el rendimiento
que darán los hijos en la escuela. Cuánto más letradas están
(y generalmente por extensión más desahogados
económicamente) las familias, mejor rendimiento. Corregir
estas diferencias es en parte la labor de un sistema
educativo equitativo y que ofrece igualdad de oportunidades
a sus estudiantes. Y por eso en las evaluaciones tipo PISA
se tiene en cuenta este factor, que se pondera a la hora de
analizar los resultados.
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Los adolescentes españoles se sitúan 23 puntos por debajo de
la media de la OCDE
Otra vez PISA da una mala noticia.
Los adolescentes españoles se sitúan 23 puntos por debajo de
la media de la OCDE en la resolución de problemas. La
conclusión de la secretaria de Estado de Educación acerca de
estos resultados es que la escasa habilidad para aplicar sus
conocimientos a cuestiones de la vida cotidiana tiene que
ver con el sistema educativo. Para los especialistas hay que
analizar los datos y no caer en los titulares alarmistas. Y,
sobre todo, encarar cambios para mejorar el sistema pero no
“hacer un sistema a la medida de este examen internacional”.
La cuestión está en que en aquellas pruebas que exigen
competencia, tal y como destacan los especialistas, se está
un poco mejor, y en las que exigen resolver problemas se
está un poco peor. La sensación es que la formación que
tienen las escuelas españolas no orienta bien para la
resolución de problemas nuevos. En cuestiones como
matemáticas la didáctica se orienta a que el alumnado
identifique cierto tipo de problemas y los resuelva, en
lugar de que sea capaz de identificar nuevos problemas.
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