Desde Los Verdes tienen claro que el control del padrón es
“la gran asignatura pendiente” para el Gobierno de la Ciudad
y por ello le recriminan su actuación en este área que,
según señalan desde la formación, está suponiendo una
pérdida de entre 4 y 5 millones de euros que salen de las
arcas públicas. Y es que, el presidente del partido, Juan
Redondo, señala que el gasto de las personas inscritas de
forma fraudulenta en servicios asociados a la residencia,
como el descuento en transporte, suponen una pérdida de
entre cuatro y cinco millones de euros.
Después de que se haya dado a conocer que se han producido
en torno a 4.000 bajas del padrón, el presidente de Los
Verdes asegura que todavía hay miles de empadronamientos
ilegales y q ue estos podrían rozar los 3.000. Juan Redondo
alerta de que son muchas las personas que viven en la
península y tienen su residencia aquí, generando un gasto
para la Ciudad que no tiene su recompensa. Además recuerda
cómo muchos funcionarios públicos tienen su casa en la
península y viajan a diario en el barco, pero perciben el
plus de residencia.
En pos del rédito político
“Vivas está malgastando dinero por el rédito político”,
manifiesta Redondo, para quien es “imposible que la ciudad
funcione” debido a la población flotante que llega de
Marruecos y que está empadronada ilegalmente. “Servicios
Sociales está saturado y no se puede atender a todo el mundo
porque no se ha seguido una buena política a la hora de
empadronar”, reprocha Redondo.
Para el presidente de Los Verdes, el empadronamiento es uno
de los mayores problemas de la ciudad por “el coladero” de
los que llegan desde el otro lado de la frontera, que
adquieren derechos en la ciudad y que supone un gasto
público en viviendas, sanidad, asuntos sociales, o
educación. Una situación que Redondo ya denunció en 2012 y
ante la que pide explicaciones. El presidente de la
formación exige que el Gobierno explique qué está haciendo y
cómo piensa perseguir el fraude de los empadronamientos. Por
último, acusa a Vivas de “consentir” los fraudes en el
padrón para aumentar su rédito político.
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