Los miembros de la Asamblea de Ceuta guardaron ayer un
minuto de silencio en señal de protesta por el asesinato del
joven Munir. Tras el acto, en el que también participaron
los parados que se concentran a las puertas del
Ayuntamiento, la consejera de Fomento, Susana Román, señaló
que el objetivo era mostrar la repulsa a otro asesinato
“cobarde y cruel”. “Desde la Ciudad y desde su Gobierno
queremos trasladar nuestro más absoluto apoyo a la familia y
a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que son los
que se ocupan de protegernos y proteger nuestras
libertades”, señaló para añadir: “La Justicia debe actuar de
forma contundente para que un crimen como este no quede
impune”.
Desde Lisboa, el presidente, Juan Vivas, también se sumó a
esta manifestación y condenó el asesinato. A través de un
comunicado, Vivas señaló: “Estamos ante una situación y
hechos que preocupan a todos como sociedad y esta en su
conjunto debe responder”. “Estos asesinatos por parte de
personas sin escrúpulos que creen que pueden imponerse a la
ley y generan víctimas inocentes tienen que tener una
respuesta categórica por parte de toda la sociedad ceutí”,
consideró el jefe del Gobierno local, quien lamentó no haber
podido estar en el acto.
Por su parte, el líder de Caballas, Mohamed Alí, manifestó
que el acto de ayer era “necesario” para demostrar la
repulsa de la institución y para que en el futuro se pueda
cambiar la política en materia de seguridad de la ciudad con
el consenso de todas las fuerzas políticas con
representación en la Asamblea.
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