Se veía venir y en las europeas
puede ser más fuerte el coscorrón que se lleve la izquierda
francesa, con el agravante de que cada día sube más la
extrema derecha.
No es bueno esto, creo que no beneficia a nadie, pero la
situación que han propiciado los pseudo progresistas,
queriendo dar cobijo a los de fuera y arrinconando, cada vez
más, a los de casa, ha permitido que la extrema derecha se
ponga “al lado de los suyos” y a los foráneos se les vaya
anunciando, día a día que pueden ir preparando las maletas
para volverse a su país.
El problema que se está planteando en media Europa es
difícil de solucionar, pero que irrumpan con la fuerza que
están irrumpiendo los grupos extremistas es el toque de
atención para que los demócratas, de verdad, en el centro,
en la izquierda o en la derecha no jueguen demasiado con el
trato que se da a unos y se está dejando de dar a otros.
Lo que sí es cierto es que, a partir de ahora, los españoles
seremos un poco menos extraños en París, que va a tener,
desde el próximo sábado, una alcaldesa española Anne
Hidalgo.
Algo es algo, deben haber dicho los socialistas franceses,
al haber logrado la alcaldía de París, aunque no haya sido
por mucho margen, y es que, si bien van a tener el dominio
de la capital de Francia, en el resto del país, en la
segunda vuelta de las municipales el batacazo ha sido
realmente importante, por dos razones, una porque los que
han ido a votar no han confiado en el Partido Socialista
Francés y la otra porque la abstención, con casi un 40% fue
la auténtica ganadora.
Las dos razones dejan entrever muchas cosas, pero
especialmente le están mandando un recado envenenado al
gobierno de François Hollande, para que se vaya enterando
donde está, qué ruta está siguiendo y qué es lo que tiene
que hacer en su política social y económica que es lo que
realmente importa a los franceses.
El mensaje está enviado:45% ha sido la victoria del centro
derecha, 43% han logrado los socialistas con sus
correligionarios y aliados ecologistas. Todo ello queda
claro, aporta preocupación, pero la verdadera ocupación va a
seguir estando en ese 7% del frente Nacional que pone a más
de uno nerviosos, por el gran tirón que ha dado en estas
elecciones y que empieza a ser una auténtica amenaza para
todos, por la izquierda, por la derecha y por el centro.
Tiempo al tiempo.
Llegados a esta situación, no es extraño que ya se empiecen
a frotar las manos con la presidenta del PN, al haber
logrado mucho más de lo que esperaban y con el triunfo en
más de media docena de localidades.
Todo esto, en vísperas de unas elecciones europeas, va a
traer de cabeza a muchos, desde Francia a Alemania, pasando
por Italia y... ya veremos donde más, porque el baluarte
decisivo puede que sea el trato a la emigración,
especialmente, a la clandestina.
Y más de uno, Alemania la primera, aunque sea de una manera
muy críptica ya está comenzando una forma de actuar que hará
ver a muchos emigrantes que “están sobrando” y hará que los
del propio país valoren en su justo precio las decisiones
que se empiezan a tomar.
Y es que expulsar no expulsan, al menos por ahora, pero lo
que sí hacen es que el que no esté trabajando que, cuando
menos, no sea una carga. Algo parece que nos enseñan, aunque
luego, cuando llegan las avalanchas subsaharianas, la famosa
CECI dé vueltas al reloj, contrarias a su auténtica marcha.
Se aproximan tiempos muy aleccionadores ya veremos con qué
“profesorado”.
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