La creciente oleada de inseguridad
con los frecuentes tiroteos en la barriada de El Príncipe,
ha provocado la sensibilización social que ha llevado a la
formación política Jóvenes Caballas a organizar una marcha
como señal de protesta por los recientes y trágicos
acontecimientos delictivos que sobrecogen al vecindario y
han sembrado el miedo, la preocupación y el rechazo, a un
comportamiento asesino al que hay que poner freno y que
requiere una muestra pública de repulsa. Los últimos
episodios no han dejado indiferente a la ciudadanía y su
gravedad es tal, que no caben paños calientes ni nos dejan
impasibles o indolentes. Se requiere una respuesta social de
protesta por estas situaciones que han originado la lógica
alarma social y precisa de contundentes respuestas
policiales.
En alguna otra ocasión, ya hemos señalado que Ceuta no se
puede convertir en el lejano oeste con pistoleros haciendo
de las suyas y pasando factura a tiro limpio. No es la
sociedad que queremos ni que nos podemos permitir, si ha de
prevalecer el Estado de Derecho bajo el imperio de la ley.
No puede tolerarse que se vayan sesgando vidas humanas como
si el valor de las mismas estuvieran a precio de saldo
porque cuatro desalmados decidan ejercer su poderío con el
uso de sus armas ilegales.
Las manifestaciones públicas son un signo evidente de
sentido democrático, pero en este caso, han de estar
acompañadas de la imprescindible colaboración de los vecinos
de El Príncipe y de resultados policiales que esclarezcan
los hechos. Bien está que la ciudadanía ejerza su legítimo
derecho a mostrarse en la calle ante situaciones de esta
naturaleza, pero siempre complementadas con la prevención
del delito, su esclarecimiento y la puesta a disposición
judicial de los criminales.
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