El Partido Socialista de Ceuta
plantea un plan de actuación basado en la integración y la
convivencia recomendando aprovechar nuestra riqueza
cultural, y acusan al Partido Popular de crear un conflicto
con la multiculturalidad, dadas las diferencias sociales
existentes en distintas zonas de la ciudad, con niveles de
renta bien distintos, esperanza de vida igualmente
diferenciados y dotaciones básicas dispares, lo que conlleva
a que se hable en algún Pleno de la existencia de “dos
ciudades”, algo que es la consecuencia de la degradación en
entornos distintos donde se han infravalorado niveles de
vida, reduciendo por sectores las cotas de desarrollo.
El Gobierno de la Ciudad habla en un discurso hueco de
cohesión social cuando aún hay en Ceuta sectores deprimidos.
Se utilizan los discursos grandilocuentes para expresar
frases retóricas alejadas de la realidad como que Ceuta es
Europa en África, cuando hay barriadas con más tendencia a
este último continente que al europeo y un 40% de la
población se encuentra en los umbrales de la pobreza. No se
puede decir que Ceuta tiene problemas pero que no es un
problema, cuando aquéllos no se resuelven con determinación
y cuando nos llega la presión migratoria, no se gestiona con
eficacia.
El PSOE ha dicho que no se puede utilizar a Ceuta como
“tapón” de Europa porque esto también es Europa, propugnando
potenciar la cooperación por el carácter mundial de las
migraciones. Las elecciones a la Eurocámara parece que han
hecho que un viejo fantasma recorra Europa: las mismas
autoridades que han puesto el grito en el cielo sobre la
forma en la que España intenta contener la inmigración
ilegal, justifican amagos políticos que alteran el espíritu
de Europa.
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