Pregunta.- Tras la avalancha del pasado 6 de febrero se
habla de un pacto de Estado para la inmigración y de cambios
en la ley de extranjería, ¿por dónde se plantearían estos?
Respuesta.- Lo primero que se debe hacer es un pacto de
Estado, pero con todos los partidos políticos, para hacer
una política nacional en materia de gestión de los flujos
migratorios. No fijarse solamente en las personas que están
entrando en España, sino también en los millones de personas
que se están marchando. Después vendría la reforma de la Ley
de Extranjería, pero tenemos que hacer la casa desde los
cimientos.
P.- ¿Es complicado alcanzar este pacto?
R.- El problema viene por la percepción que tiene cada
individuo sobre el derecho a migrar y cuando hay
confrontamientos ideológicos entre derecha e izquierda.
Cuando nuestros jóvenes salen fuera, van a buscarse la vida,
pero cuando viene un inmigrante lo hace para quitarnos el
trabajo y estorbar.
P.- Desde las ONG han llegado a decir que se debería
acabar con las fronteras...
R.-La gestión de los flujos migratorios implica que haya una
estructura del Estado, a nivel España y Europa. Pero tiene
que haber un protocolo claro sobre cómo gestionar esos
flujos. Debe haber una conciencia de quiénes son nuestros
vecinos de la frontera sur y, si son países en vías de
desarrollo, habrá que hacer políticas de cooperación, y
luego hay que ver los números. No nos alarmamos. Términos
como avalancha y ola crean alarma y una falsa imagen.
P.- Pero a las puertas de Ceuta y de Melilla, cuyas
dimensiones son reducidas, sí hay un alto número de personas
que las ciudades no pueden acoger. ¿Cómo se puede dar
solución a esta situación?
R.- Es verdad que hay una presión, y existe un número de
personas que no pueden acceder porque los CETI están
saturados, pero aquí hay alguien que gestiona y está
haciendo mal su trabajo. No puede ser que se saturen los
centros y que ni el delegado del Gobierno, ni el propio
presidente de la Ciudad, intervengan para hablar con el
Estado y establecer un protocolo. Ceuta es el paso, lo que
no puede ser es que nos utilicen como tapón para Europa,
porque esto es Europa. Hace unos días se reunieron los
presidentes de las dos ciudades autónomas para decir que es
un problema de Europa, pero alguna responsabilidad tendrán
que asumir ellos como presidentes y, al menos, exponer una
idea para atajar esta situación, que haga pensar que están
capacitados para ser presidentes.
P.- ¿Qué solución podría encontrarse para aliviar la
presión en los CETI?
R.- Más agilidad. No puede ser que haya personas que llevan
tres años en el CETI. y tampoco que haya casos claros de
refugiados políticos que estén junto con otras personas que
han migrado por otros motivos. Hay que separar esos casos y
para eso es necesario dotar de profesionales a los centros
para que hagan esos análisis en condiciones. Además, hay que
dotarles de herramientas de contacto con los países de
origen, y herramientas que ayuden a estas personas a
preparar su proyecto migratorio para que no anden
deambulando.
P.- La colaboración con Marruecos se ha demostrado
positiva para controlar avalanchas y también para programas
de retorno, ¿hay que profundizar en esta línea?
R.- Hay que potenciar las líneas de cooperación, las
migraciones son un asunto mundial, por lo tanto no se pueden
adoptar soluciones de forma unilateral. Pero se debe
potenciar la máximo la cooperación desde todos los niveles,
empezando por Ceuta. El presidente tiene la responsabilidad
de establecer esta cooperación primero a nivel micro, con
todos los partidos políticos, asociaciones, oenegés, y
profesionales de todo tipo. El partido socialista de Ceuta
ha hecho una buena propuesta para crear un plan de actuación
de integración y convivencia. Esto serviría para analizar la
situación y consensuar una postura.
P.- A nivel europeo, ¿hay una falta de concienciación de
los países del norte para con los del sur para atajar el
problema de la inmigración? ¿Las próximas elecciones
europeas pueden cambiar algo?
R.- Está recorriendo por toda Europa una ola de xenofobia
brutal. Dinamarca, Holanda, Reino Unido, Noruega... Hay un
auge de partidos de extrema derecha que aplican políticas de
discriminación al diferente y Dinamarca o Bélgica ya han
propuesto la aplicación de restricciones de movimiento de
los propios ciudadanos de la Unión Europea. Por eso, las
próximas elecciones europeas deben marcar un cambio de hacia
donde vamos a ir. Si vamos a continuar por la senda que
discrimina o si queremos una Europa solidaria y progresista.
P.- Sobre las concertinas, el PSOE ha pedido que se
retiren y desde el PP manifiestan que fue el gobierno
socialista el que las puso en 2005...
R.- Cuando veo estas cosas me da rabia y pienso que con
razón muchas personas dicen que no creen en los políticos.
En 2005 se pusieron las concertinas, se vieron los efectos
porque diversas oenegés denunciaron los cortes que estaban
sufriendo muchas personas y se decidió que se retirarán. No
se han vuelto a poner hasta hace medio año, se les pidió que
las retiraran y saltaron diciendo que nosotros las habíamos
puesto. Si nosotros nos equivocamos y rectificamos, no se
vuelva a equivocar usted.
P.-Tras los recientes relevos de los jefes superiores de
la Policía en Ceuta y Melilla ‘tuiteó’ que se empiezan a
quitar a los testigos incómodos ¿qué hay de fondo en este ‘tuit’?
R.- Tras la actuación, el delegado del Gobierno mintió y el
director general de la Guardia Civil mintió y obligaron al
ministro a mentir. Se siguió presionando porque aparecieron
más cadáveres, se consiguió la comparecencia en el congreso
y las imágenes de las cámaras, aunque no completas, pero con
los audios había suficiente material para comprobar que hubo
una negligencia y que mintieron Como no ha salido todo el
material y se ha visto que hubo un error, han decidido
quitar a todos los responsables, para quitarse a testigos
incómodos que tienen acceso a la información.
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