El asesinato de Munir E.M., en la madrugada de ayer viernes,
ha supuesto un duro golpe para la comunidad educativa del
IES Siete Colinas y especialmente para los profesores y
alumnos del grupo de grado medio que se encontraba cursando
el joven de 20 años. El centro abría ayer sus puertas con la
triste noticia, aunque inicialmente se tenía la esperanza,
desde la dirección del mismo, que no fuera el joven
matriculado en el instituto ya que sólo se sabía el nombre e
iniciales, aunque la fatal noticia quedaba confirmada poco
después de las 9.20 horas.
Ramón Rodríguez, su jefe de estudio en el IES Siete Colinas,
atendía ayer a EL PUEBLO para acercar a este rotativo cómo
era Munir, y de quien dijo que era muy querido entre sus
compañeros, ya que los componentes de estos ciclos
vespertinos suelen ser como una familia, existiendo un gran
compañerismo y una gran unión, la cual sufrió ayer un
“importante mazazo que nos ha consternado a todos”,
aseguraba el jefe de estudios, quien indicaba que se trataba
de un alumno “normal, joven, con muchas espectativas y con
ilusiones”, de ahí que manifestara que lo ocurrido “ha sido
una tragedia muy grande”.
Este trágico suceso provocó que prácticamente ninguno de los
compañeros de Munir acudieran ayer al instituto, y los pocos
que asistieron acordaron junto con sus profesores asistir al
domicilio del joven asesinado para dar las condolencias a la
familia en estos momentos tan duros por la trágica pérdida.
Abatidos por la pérdida de su compañero, los pocos alumnos
que asistieron al instituto prefirieron no realizar ningún
tipo de manifestación al respecto, mientras que en el centro
se llevó a cabo un minuto de silencio en señal de duelo por
tan trágica pérdida.
Munir llevaba tan sólo seis meses, desde septiembre, en el
IES Siete Colinas, y había llegado a él después de haberse
sacado el graduado en el Centro de Educación de Adultos ‘Edrissis’.
Hace tan sólo cuatro días, Rodríguez mantuvo una
conversación con el joven asesinado después de comprobar el
importante bajón académico que había sufrido en este sengudo
trimestre que está llegando a su fin. Precisamente, Munir
realizó, no sin esfuerzo, un buen primer trimestre logrando
superar la mitad de las asignaturas y manteniendo una
asistencia constante y periódica, algo que al parecer cambió
paulatinamente durante el segundo trimestre, lo que le llevó
a no aprobar ninguna de las asignaturas. Esta situación
llamó la atención de los profesores y del jefe de estudios
que se interesó por las causas que habían provocado esta
situación. En esa conversación, Munir comunicó a su jefe de
estudios que había encontrado un trabajo y le solicitó que
intercediera por él para hablar con los profesores para que
le ayudaran a poder continuar con el grado y compaginar los
estudios con el trabajo, aunque en ningún momento dijo en
qué ni para quien estaba trabajando y si había sido
regularizado y contaba con un contrato.
Finalmente, los docentes del grado medio, a parte del resto
de la comunidad educativa del IES Siete Colinas, también
mantuvieron una reunión para acordar alguna acción más, a
parte de las llevadas a cabo, en memoria de Munir y apoyo a
su familia, además de como repulsa al asesinato perpetrado,
la cual quedará perfilada en estos días, con la intención de
que pueda desarrollar el próximo lunes.
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