Las declaraciones del presidente
de la patronal, Rafael Montero Avalos, puesto en pie de
guerra contra el Gobierno de Juan Vivas es la consecuencia
lógica no a la insolidaridad empresarial, no a la protesta
banal, no a un arrebato de indignación simplemente. Se trata
de una manera de alzar la voz ante la injusticia y el
aniquilamiento del sector productivo local, acuciado por los
impuestos en una ciudad como ésta, en la que el Ejecutivo,
lejos de aplicar medidas eficaces contra la precaria
situación económica, se enajena de la realidad pura y dura,
para ejercer un panorama color de rosa y “fabricarse” una
ciudad distinta a la que vemos todos.
Esta ensoñación lleva a nuestros políticos a plantearse
incrementos fiscales tan brutales como el que tienen
preparado para los empresarios: una subida del 2.000% para
la recogida de basuras de las empresas, mientras los
organismos oficiales pagan 20 euros mensuales, según
denuncia sin pelos en la lengua el presidente de la
Confederación de Empresarios. Las palabras de Montero Ávalos
sobre la fórmula de “cuadrar” cuentas que tiene la política
económica del Gobierno Vivas es el mejor aldabonazo al
despropósito en la gestión pública y económica de la Ciudad
Autónoma de Ceuta, que parece utilizar a empresarios y
ciudadanos como conejillos de indias en su afán
recaudatorio, al márgen de la dificultad económica que
atravesamos.
Esta dinámica, unida al retraso en el pago de las facturas a
proveedores de la institución autonómica, a cobros
fraudulentos al aplicar la tasa de alcantarillado a
ciudadanos que residen en zonas sin red de saneamiento y al
incumplimiento de las sentencias firmes, nos demuestra que
éste es un Gobierno que naufraga por su propia
desorientación de la realidad. Estamos ante un Gobierno sin
soluciones, sin ideas, sin capacidad... Estamos ante un
Vivas agotado.
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