La hípica de Ceuta sigue cosechando éxitos lejos de
tierras ceutíes. Si hace unos días eran los alumnos
finalistas de la Liga de Invierno los que dejaron el
pabellón alto en el concurso social de Estepona, en esta
ocasión le ha tocado el turno al director técnico del Centro
Ecuestre, Javier Pérez, quien ha disputado el prestigioso
Concurso Internacional del Circuito Hípico del Sol,
celebrado en la Dehesa de Montenmedio, en Vejer de la
Frontera. En esta edición se reunió a más de 1.500 caballos
y a muchos de los jinetes de primera línea mundial. Javier
Pérez analiza su participación en esta importante
competición, en la que Lord Boy finalizó el duodécimo en la
modalidad de caballos de cinco años.
P.- ¿Cómo valora su participación en una competición de este
nivel?
R.- Ha sido una satisfacción enorme el volver a este tipo de
competiciones. Es el concurso más importante de principios
de año, ya que además de ser durante cinco semanas, también
es el que ofrece la posibilidad de rodar a caballos jóvenes
en pistas abiertas.
P.- ¿Cuántos caballos han salido desde Ceuta para
concursar en el campeonato?
R.- Han sido cuatro caballos jóvenes, ya que además de ser
uno de los objetivos de la propia Escuela, el participar con
este tipo de caballos se me hace posible puesto que los días
de competición son los martes, miércoles y jueves y me
permite poder regresar a Ceuta para seguir con mis funciones
de director de la Escuela.
P- ¿En qué categorías ha participado y cómo se
desarrollaron las pruebas?
R.- Participamos en las edades de 5 años con Lord boy, Air
Rose Z y Chillout Z; y en 7 años con la yegua Z - Diamanty.
El objetivo principal era hacer recorridos sin falta para
después acceder a la gran final. Solo Lord Boy lo consiguió,
ya que sufrimos una pequeña lesión con Air Rose Z que nos
dejó fuera de competición varios días y perdimos las
opciones de la final. Tanto Chillout Z como Z - Diamanty
estuvieron a gran altura, ya que la media de cada una de las
pruebas era de unos 110 o 120 caballos.
P.- Destacando el buen resultado, ¿cómo destaca la
evolución de las pruebas?
R.-Desde la primera jornada me di cuenta de que el caballo,
pese a su juventud, se crecía mucho en la pista de
competición y que se le veía muy cómodo a la hora de saltar,
empezando a acumular recorridos sin falta semana tras
semana, hasta el punto de que al llegar a la última semana
teníamos el objetivo cumplido. Por eso nos permitimos el
lujo de que incluso dejara algún día de competir para que
estuviera más descansado para la gran final, aunque puedo
asegurar y recalcar la dificultad de lo conseguido, ya que
sólo 34 caballos accedieron a esta final.
P.- ¿Cómo fue el premio de tomar parte en la final?
R.-La prueba aumentó de dificultad tanto en altura como en
trazado, y el objetivo volvía a ser el realizar cero puntos
para ir al desempate. El caballo estuvo en su línea habitual
y pasamos al desempate en el que esta vez sólo pasamos el
corte 15 binomios y sólo dos españoles, Eduardo Álvarez
Aznar y yo. Sólo quedaba un último esfuerzo y realizar un
buen crono. Yo tenía claro que con la juventud y la poca
experiencia de mi caballo debía de asegurar no hacer
penalizaciones e intentar ir rápido. Y así fue, de nuevo un
recorrido impecable que nos dejo en ese magnífico puesto
doce que por todo lo ocurrido nos sabe a victoria.
P.- Muy contento pues...
R.-Imagínate. Un resultado de este tipo viene muy bien y
sobre todo por el nivel del concurso, además es un orgullo
representar tanto a Ceuta como a España y, por supuesto, una
vez más deja de manifiesto el trabajo bien hecho y el nivel
que va cogiendo año tras año la hípica de Ceuta.
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