El grave problema de la inmigración irregular que sufren
Ceuta y Melilla ha sido uno de los ejes principales de la
cumbre bilateral entre los gobiernos de ambas Ciudades
Autónomas, que terminó ayer después de un día y medio con un
“diagnóstico” de la situación resumida en seis puntos. Entre
ellos, la necesidad de que en España se articule un pacto de
Estado para que este problema no se utilice de manera
partidista, y sobre todo con el objetivo de que se actualice
la Ley de Extranjería, de modo que pueda adaptar a las
circunstancias actuales que viven las dos ciudades.
El presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, fue quien explicó
de manera más detallada este punto al subrayar que la lucha
contra la inmigración irregular “tiene que ser un asunto de
todos”. “No es bueno para nadie que para una cuestión que
constituye un fenómeno característico del siglo XXI, uno
adopte un criterio en función de si está en el Gobierno o en
la oposición”, dijo el mandatario caballa, que basó su
reflexión en una realidad: la inmigración irregular es “un
drama humano” que no puede ser utilizado como un “arma
arrojadiza” entre partidos políticos.
Tanto Vivas como el presidente melillense, Juan José
Imbroda, hicieron especial hincapié en la “solidaridad,
compasión y actitud humanitaria” con la que las dos Ciudades
responden ante el drama de la inmigración, especialmente la
clandestina. Este punto, de hecho, es el primero del acuerdo
alcanzado en esta cumbre bilateral, que será presentado en
la moción que el PP ha registrado en el Senado y que iba a
ser debatida esta semana, pero ha tenido que ser pospuesta
para principios de abril debido a la suspensión de las
sesiones en las Cortes por el fallecimiento de Adolfo
Suárez.
Imbroda dijo que los ciudadanos de Ceuta y Melilla, así como
sus respectivos gobiernos, están dispuestos a “seguir
ejerciendo una actitud totalmente solidaria y humanitaria”
ante la inmigración. Vivas fue mucho más profundo al hablar
sobre este asunto, que suena a respuesta frente a quienes
defienden que la llegada de extranjeros irregulares quedaría
zanjada si se les dejara de dar asistencia social, educativa
y sanitaria, como dijo hace dos días la ultraderechista
francesa Marine Le Pen.
“Ante estas personas que huyen de la miseria, el hambre y la
persecución, la única respuesta válida que entendemos y
aplicamos los ciudadanos de Ceuta y de Melilla es la
compasión, la solidaridad y la actitud humanitaria”, dijo
Vivas. Además, subrayó que a quienes viven en ambas ciudades
“nadie les puede dar lecciones” al respecto.
Al hilo de esta reflexión, Juan Jesús Vivas dejó claro que
este sentimiento ante la situación difícil de los
inmigrantes “no es para nada incompatible” con la exigencia
legal de proteger las fronteras y evitar que éstas puedan
ser vulneradas “bajo presión o fuerza”. Por ello, otro de
los puntos que ayer incluyeron Ceuta y Melilla en su acuerdo
fue el “inequívoco respaldo” de ambas Ciudades Autónomas a
la labor que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
desempeñan “en condiciones de extrema dificultad y de mucha
presión” en unas fronteras que “son necesarias” y “por tal
motivo tienen que ser seguras y respetadas”.
Pero para ello, Marruecos y la Unión Europea juegan también
un papel fundamental, que es lo que las dos Ciudades
plasmaron en su acuerdo. Respecto al país vecino, Imbroda
dijo que su ayuda sigue siendo “fundamental” para la lucha
contra las mafias que trafican con seres humanos. Preguntado
por las obras que Marruecos está haciendo para construir su
propia valla a pocos metros del perímetro melillense,
Imbroda dijo no tener noticia oficial al respecto. Para
Vivas, esa colaboración es “magnífica”.
Sobre el papel que juega Europa en este problema, los dos
mandatarios regionales fueron críticos. Así, Imbroda recordó
que la inmigración irregular concierne a toda la Unión
Europea por dos razones. Una, porque los inmigrantes no
quieren quedarse en Ceuta y Melilla, sino que quieren ir a
otros países. Y dos, porque la solución, que es actuar en
los países de origen, “se sobresale de nuestras
posibilidades”, incluso de las de España.
Vivas se refirió a este tema con una metáfora. Según dijo,
Ceuta y Melilla son “la puerta y el recibidor de una casa
común que se llama Europa”. Pero el problema de la
inmigración irregular “tiene que ser un asunto de toda la
casa, tiene que ser un asunto de toda Europa”.
Los CETI
El último de los ejes del acuerdo entre las dos Ciudades
Autónomas se refiere a los Centros de Estancia Temporal de
Inmigrantes (CETI), saturados por la entrada de extranjeros
de forma irregular, sobre todo el de Melilla, que acoge a
1.800 personas cuando en realidad su capacidad máxima es de
480 plazas. Vivas dijo que si no se ajusta la ocupación con
la capacidad, la situación puede generar tensiones y la
asistencia que se presta a los inmigrantes baja en calidad.
Imbroda incidió en este mismo aspecto, también para rechazar
que la solución sea ampliar los CETI, ya que sus dimensiones
actuales son las adecuadas para las sociedades de Melilla y
Ceuta y si se ampliaran las instalaciones, el problema “no
tendría límite”.
Según dijo, la solución estriba en agilizar los traslados de
inmigrantes a la península, como ya se está haciendo, aunque
para el presidente melillense es necesario que el Gobierno
destine más medios para que se pueda acelerar este proceso.
Vivas reconoció que esto “no es fácil” porque en el problema
intervienen connotaciones de índole legal, pero el hecho de
que los CETI no se saturen es “una aspiración de ambos
gobiernos desde la perspectiva de dar un buen servicio a los
inmigrantes”, lo mismo que ocurre con los centros de
menores, cuya responsabilidad sí compete a las dos Ciudades
Autónomas.
Moción del PP
Imbroda y Vivas mostraron el respaldo de sus respectivos
gobiernos a la moción que el PP ha presentado en el Senado
para su debate. Todos estos puntos sobre la postura común en
materia de inmigración serán incluidos en ella para su
debate. Además, Vivas dijo que esta iniciativa va encaminada
a aprobar y abordar por parte del Estado sendos programas
especiales que contemplen la regeneración y mejora de la
frontera, sus accesos y la regeneración del entorno urbano
próximo. Estos acuerdos surgieron de la reunión que ayer
mantuvieron los dos gobiernos.
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