El Hospital Universitario de Ceuta y el Hospital Vall
d’Hebron de Barcelona son los únicos centros hospitalarios
de España que han apostado por instalar superficies de cobre
antimicrobiano, con el objetivo de reducir las infecciones
nosocomiales en su recinto.
El Hospital Universitario de Ceuta realizó un ensayo clínico
en 2012 dentro de su Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). En
el estudio se midió la contaminación bacteriana de tiradores
de puertas fabricados con cobre frente a otros de acero
inoxidable, situados en la UCI del hospital.
Por su parte, el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona decidió
el pasado año instalar en su Unidad de Fibrosis Quística
placas de cobre en todas las superficies de contacto
(paredes, puertas, mostradores o manijas de las puertas),
con el objetivo de reducir el riesgo de propagación de
microbios entre los pacientes de esta enfermedad que afecta
especialmente a los pulmones y que, por lo tanto, son más
proclives a padecer infecciones en las vías respiratorias.
Los resultados demostraron la eficacia de las superficies de
cobre a la hora de desactivar la bacteria ‘E.Coli’.
La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA,
por sus siglas en inglés) registró al cobre y a sus
aleaciones como agentes antimicrobianos en marzo de 2008.
Desde entonces, han sido 167 las infraestructuras en todo el
mundo, en las que se ha optado por instalar superficies de
cobre para incrementar la seguridad de sus instalaciones
ante la amenaza de microorganismos patógenos causantes de
infecciones.
Instalaciones en el mundo
Las instalaciones de superficies de cobre se han realizado
en los cinco continentes, tanto en centros sanitarios
(hospitales, clínicas dentales o veterinarias) como en
espacios de alto tránsito de personas como aeropuertos,
autobuses, colegios, residencias de ancianos o guarderías.
Europa es el continente en donde más instalaciones de cobre
antimicrobiano se han realizado, con un total de 75, de los
cuales 48 han sido en centros sanitarios y 27 en centros no
sanitarios.
La primera instalación a nivel mundial de este tipo se
produjo en 2009, cuando la clínica Ochiai (Japón) instaló
cobre antimicrobiano en paredes y otras superficies de
contacto como pomos y tiradores de puerta con el objetivo de
reducir las transmisiones de microbios entre pacientes y los
propios trabajadores de la clínica.
Asimismo, el proceso de certificación del cobre como
material antimicrobiano por parte de la EPA vino precedido
por la investigación realizada en la Universidad de
Southampton (Inglaterra), la cual demostró que mientras que
microbios MRSA continúan vivos sobre superficies de acero
inoxidable a lo largo de tres días, los mismos microbios
sobre una superficie de cobre son eliminados en 90 minutos.
Mucho interés
Ante el interés mostrado por la EPA por esta investigación,
la agencia estadounidense decidió llevar a cabo exhaustivas
pruebas de laboratorio durante un año que incluyeron el
análisis de 3.000 muestras de cinco tipos diferentes de
aleaciones de cobre, realizadas en laboratorios
independientes que seguían los protocolos establecidos por
la EPA.
Estos análisis demostraron que el 99,9 por ciento de las
bacterias que se encontraban sobre superficies de cobre o
cualquiera de sus aleaciones (con más de un 65 por ciento de
su contenido en cobre), eran eliminadas en dos horas de
exposición directa sobre este metal.
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