Policías nacionales, guardias civiles y policiales locales
se concentraron ayer a las puertas de la Jefatura Superior
de Policía de Ceuta para decir basta ya. La gota que ha
colmado el vaso de la paciencia de los funcionarios han sido
los últimos acontecimientos ocurridos el pasado sábado a la
conclusión de la Marcha por la Dignidad celebrada en la
capital del reino y que se saldo con 101 personas heridas,
de las cuales 67 eran agentes de la Unidad de Intervención
Policial de la Policía Nacional.
Cuatro fueron los sindicatos convocantes, la Unión Federal
de Policía, la Confederación Española de Policía, el
Sindicato Unificado de Policía y el Sindicato Independiente
de Policía, a los que se sumó la sección sindical de la
Policía Local de UGT.
A las doce de la mañana, entre sesenta y setenta personas se
daban cita en la Plaza de Colón, erigiéndose Jesús González
Miajas en portavoz de todos y leyendo un manifiesto de apoyo
al trabajo de las unidades de Intervención Policial.
González arrancó haciendo hincapié en que se trataba de un
día importante no solo para los agentes de la unidades de
Intervención Policial, sino también para todos los
compañeros de la Policía Nacional, calificando el acto como
uno de solidaridad, de dignidad, de compañerismo y de
defensa de una espacialidad que se ha echado sobre sus
espaldas la defensa de la seguridad de la sociedad frente a
los que solo buscan extender la violencia.
En el manifiesto también se hizo referencia que han sido los
agentes de estas unidades los que han puesto más heridos en
los balances tras los incidentes del pasado sábado,
recordando los que lo hacen en Melilla, Gamonal y en Madrid,
convirtiendo a la UIP en la mejor unidad de orden público de
toda Europa.
Los policías condenaron los hechos sucedidos, rogando a la
Fiscalía y a la Justicia para que actúe de manera
contundente ante las graves agresiones como las registradas
en Madrid.
También exigieron un análisis de lo sucedido que ponga en
evidencia qué errores no deben cometerse de nuevo, pidiendo
además que se depuren responsabilidades, ya que no admiten
que todo se debió tan solo a una cadena de infortunios.
Los policías requirieron una actuación rigurosa para evitar
que lo sucedido quede sin consecuencias. Estos, prosiguió
González en su lectura, han sido días de tensión y
preocupación para los compañeros heridos, a los que
agradecieron su valor, su templanza y su heroicidad.
Para concluir, los agentes en su manifiesto pidieron más
apoyo político y defensa, además de un condena rotunda
“frente a los que nos agreden”.
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