Por segunda vez en menos de un año Francisco Martínez Racero,
antiguo director de Gestión Interna, ha acudido a los
juzgados para reclamar a la Administración local que le
devuelva al puesto de jefe de la Unidad Técnica de Nóminas,
también conocida como de Habilitación, que ocupaba hasta que
en 2008 fue nombrado director. El juzgado de lo
Contencioso-Administrativo acogió ayer el juicio en el que
Martínez Racero exigía que se le devuelva al puesto, que
asegura que ocupa otro funcionario, y que además se le
reconozca el plus de dedicación exclusiva que cobraba antes
de ser director general. Un extra que desde la Ciudad alegan
que iba inherente a un cargo de jefe que ya no tiene,
mientras que el letrado de Martínez Racero señalaba que este
complemento se consolidó al mismo tiempo que la plaza de
graduado social que tiene el denunciante desde el año 1994.
El letrado de la Ciudad pidió que se desestimara la causa
alegando que es imposible que Martínez Racero sea
incorporado como jefe de la Unidad Técnica de Nóminas, ya
que esta unidad desapareció “casi coetáneamente” al cese del
denunciante como director general. Ambos hechos tuvieron
lugar en febrero de 2012. El hasta entonces director de
Gestión Interna salió del cargo e inmediatamente pidió ser
reincorporado a su antiguo puesto. Sin embargo, desde el mes
de enero se cocía en el Ejecutivo la disolución de esta
unidad, supuestamente porque estaba vacía de contenido.
Aunque el cambio se terminó realizando en febrero. Así, el
abogado de la Administración defendía que no se podía
reincorporar a Martínez Racero, pero además justificaba que
la obligación de la Ciudad era garantizar la plaza de
graduado social, no el puesto, y añadía que la plaza si se
ha mantenido, aunque adscrita a otro servicio.
Plaza o puesto
Ante esto, el abogado de Martínez Racero aportó sentencias
en las que se hace valer un real decreto en el que se
estipula que es obligación de las administraciones
garantizar el puesto y la plaza del funcionario cuando este
deja provisionalmente el puesto. Un real decreto sobre el
que el abogado de la Ciudad también aportó sentencias, pero
para defender que no se tiene que mantener el puesto, sino
la plaza, que es de graduado social en este caso.
Por otro lado, el letrado de Martínez Racero también alegó
que el puesto que desempeñaba su defendido como jefe de la
Unidad de Nóminas se está desempeñando actualmente por otro
funcionario, aunque no bajo el título oficial que tenía
hasta 2012.
Sin declaraciones
Para arrojar luz sobre lo ocurrido, el letrado de Martínez
Racero pidió como prueba que testificaran su defendido,
además del vicepresidente del Ejecutivo en 2008, Pedro
Gordillo, y otras dos testigos. Sin embargo, el juez del
Contencioso-Administrativo desestimó este medio de prueba y
no se pudo escuchar lo que tenían que decir Martínez Racero
y Gordillo. Así, tras escuchar las conclusiones de los
abogados, el juicio quedó visto para sentencia.
Este es el segundo asalto de Martínez Racero contra la
Ciudad después de que este ganara el primero. La Justicia ya
ha dado la razón al ex director declarando el pasado mes de
julio nulo el decreto de adscripción de Martínez Racero a
los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales por un
fallo en la comunicación. Un error que la Ciudad reconoce,
pero ante el que se defiende argumentando que el funcionario
ha acudido a trabajar.
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La Justicia ya ha dado la razón antes a Racero
El Contencioso-Administrativo ya
declaró el pasado verano como nulo el decreto de adscripción
de Martínez Racero a los Servicios de Prevención de Riesgos
Laborales a donde destinaron a este funcionario después de
que dejara de ser director de Gestión Interna. Y es que, la
comunicación no se ajustaba a derecho y así lo entendió el
magistrado.
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La clave, un puesto no oficial pero que existe
El puesto de jefe de Habilitación,
oficialmente no existe, pero Martínez Racero y su defensa
aseguran que sí y que lo está desempeñando otro funcionario
dentro de la Administración. Por eso, exigen que la Ciudad
devuelva a Martínez Racero a este puesto que ocupaba antes
de ser nombrado director de Gestión Interna en 2008, una
labor que desempeñó hasta ser cesado en febrero de 2012.
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Un juicio en el que no hubo testigos
El juez del
Contencioso-Administrativo no estimo oportuno que se
realizarán pruebas testificales durante la vista oral. El
letrado de Martínez Racero propuso que declarara el
funcionario, pero también el que era vicepresidente de la
Ciudad Autónoma en 2008, Pedro Gordillo, y dos testigos más.
Ninguno entró finalmente y el juicio ha quedado visto para
sentencia.
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