El patrullero de altura ‘Vencedora’ lleva más de tres
décadas vigilando las aguas. Primero como corbeta,
participando en misiones internacionales contra la piratería
y todo tipo de actividades ilegítimas, y ahora como
patrullero en aguas internacionales y españolas, donde su
objetivo es luchar contra la inmigración ilegal, la trata de
esclavos y el tráfico de drogas. Este buque desempeña un
papel que también tuvo el Guadalete, vigilar las aguas del
Estrecho, y por eso se le ha escogido como el barco insignia
para la conmemoración del hundimiento del dragaminas, del
que hoy se cumplen sesenta años. El ‘Vencedora’ llegó ayer
desde Cartagena, donde tiene su base, y los ceutíes podrán
visitarlo entre las 17.00 y las 20.00 horas. Este patrullero
es historia viva de la Armada española, ya que ha
participado en operaciones como la Atalanta de lucha contra
la piratería en las aguas de Somalia. Ahora, modificado para
ser un patrullero, se dedica a vigilar las aguas del
Mediterráneo que van desde Mar de Alborán, el Estrecho de
Gibraltar, Cabo de Gata, hasta la costa de Huelva. Una de
las últimas intervenciones que ha realizado este buque fue
el auxilio de los 53 inmigrantes que llegaron a la isla de
Alborán el pasado 15 de marzo. En ocasiones como esta, el
‘Vencedora’ atiende a los afectados, para que luego se
encarguen las autoridades pertinentes.
Además, este patrullero de altura también está integrado en
misiones contra el terrorismo y el tráfico de armas en el
mar Mediterráneo, dentro de las que permanece alerta por si
es necesaria su intervención. No obstante, su actividad más
común es la del adiestramiento, tanto de personal como de
barco, además de operaciones de vigilancia cuya duración es
de entre diez y quince días por el límite de las costas
españolas.
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