Tras la entrada en vigor de la Reforma Laboral impuesta por
el Gobierno, el empleo precario gana terreno. La juventud
tiene ahora menos empleo y empleos cada vez más precarios,
con menos derechos y menor participación en el diálogo
social, menor acceso a la sanidad o la educación pública,
menos protección social y peor situación a la hora de
acceder a las pensiones en un futuro. Frente a esta
complicada situación, UGT considera fundamental desarrollar
un plan de choque para el empleo dirigido especialmente a
jóvenes y parados de larga duración, un plan de apoyo a la
industria, - sector que ha perdido el 21% de su mano de obra
desde 2008-, otro plan de apoyo para la I+D+i e inversión
pública, una dotación presupuestaria suficiente para que el
mayor número de estudiantes tengan acceso a becas - con
criterios realistas de selección- y que se cumpla con las
exigencias de la UE y no se pongan más trabas a los jóvenes
que quieren forjarse un futuro.
Todas las medidas impulsadas por el Gobierno para facilitar,
supuestamente, el acceso al empleo, están basadas en la
precariedad laboral, provocando, según el Boletín del
Departamento de Juventud de UGT “Precariedad popular” entre
otras cosas
Precisamente, en el citado boletín se manifiesta que una
elevada destrucción de empleo entre los jóvenes. La tasa de
paro de los menores de 35 años asciende al 47% y además, los
menores de 35 años cobran 2,4 veces menos que el resto de
los trabajadores.
En cuanto al salario medio anual de la juventud es de
10.445,70 euros (746,12 euros mensuales) y las mujeres
jóvenes cobran un 18,70% menos que los hombres, lo que
supone 1.953,52 euros de diferencia. Una situación que les
impide alcanzar una autonomía económica real y retrasa su
emancipación, elemento desencadenante de exclusión.
En este sentido, desde la UGT se denuncia que la falta de
oportunidades de empleo ha hecho que un número cada vez más
elevado de jóvenes se hayan marchado de nuestro país dando
lugar a un descenso paulatino de la población activa.
Y es que según el sindicato, el empleo precario gana terreno
con más jornadas parciales y contratos temporales. De hecho,
España ocupa el primer lugar en el ranking de la OCDE de
temporalidad, con un 62,4% de empleos temporales sobre el
total de jóvenes asalariados. Precisamente en Ceuta, un
total de 2.238 personas, de las 12.994 desempleadas
existentes, son menores de 25 años (1.114 hombres y 1.124
mujeres) y de los 1.068 contratos realizados en el último
mes de febrero en la ciudad, tan sólo 106 fueron indefinidos
y el resto, un total de 962 temporales, y de esos, más del
44,36% están destinados a jóvenes. Además, para los menores
de 35 años, la jornada completa se ha reducido en un 78,7%
mientras que la jornada a tiempo parcial ha aumentado en un
13,5%, debido a que en esta reforma fomenta el contrato a
tiempo parcial.
A un 37% de los jóvenes con jornada parcial, les gustaría
aumentar sus horas de trabajo, principalmente en el grupo de
edad de 25 a 34 años, de manera que este tipo de
contratación no es la solución para los jóvenes.
Frente a esta complicada situación, UGT considera
fundamental desarrollar un plan de choque para el empleo
dirigido especialmente a jóvenes y parados de larga
duración, un plan de apoyo a la industria, - sector que ha
perdido el 21% de su mano de obra desde 2008-, otro plan de
apoyo para la I+D+i e inversión pública, una dotación
presupuestaria suficiente para que el mayor número de
estudiantes tengan acceso a becas - con criterios realistas
de selección- y que se cumpla con las exigencias de la UE y
no se pongan más trabas a los jóvenes que quieren forjarse
un futuro.
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