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OPINIÓN - LUNES, 24 DE MARZO DE 2014

 
OPINIÓN / COLABORACION

Siempre con usted, Señor Presidente

Por Serafín Becerra Constantino


Un día aciago de marzo, un año después del adiós a mi padre, tenemos que despedir al Presidente Suarez. Se nos ha ido como le gustaba vivir, luchando para intentar aferrarse a la vida, aunque ya no fuera consciente de ello. Ha finalizado su camino, dejando este mundo con la satisfacción del deber cumplido, libre de equipaje, casi desnudo como los hijos de la mar, como cantara Machado. Libre del deshonor, de la miseria de la corrupción. Sin una macula que no sea la ira frustrada de los que no quieren vivir en paz, los que no aceptaban ni aceptan la convivencia.

Supo y pudo, configurar un nuevo régimen nacido de las entrañas de una dictadura. Cuando todo parecía imposible, convenció a la mayoría de la necesidad de construir el edificio del estado entre todos. No excluyó a nadie, se excluyeron ellos solos, cuando la losa del anquilosamiento y el odio les impedía ver la normalidad de lo que en la calle era normal. Pero a pesar de las dificultades, que fueron muchas. Llevó a España a la modernidad, al estar entre las naciones avanzadas del mundo. Su majestad el Rey lo eligió para esa tarea y estuvo a la altura de miras que la historia le exigía.

Entre todos hicimos la democracia, pero es innegable que si no se hubiera votado la reforma política en las propias cortes de entonces, esa lucha hubiera sido costosa en todos los aspectos. Ese día se construyeron los cimientos de la democracia, y lo hicieron los procuradores con su voto, un voto que sabían, los postergaba al pasado.

Después, continuo sirviendo a su país, los cimientos dieron paso a la Constitución que nos permite tener unas reglas de juego, que aseguren la libertad, igualdad y sometimiento de todos al imperio de la Ley, aunque algunos se empeñen en destruir ese camino, intentando destruirla o no cumpliéndola.

En ese tiempo de luces y sombras, tuvo la gran oportunidad de debatir con políticos de una gran talla, desgraciadamente hoy no abundan. Y aunque de distintos signos políticos, el sentido de estado y la cordura se impusieron. Pactar, dialogar, anteponer a los intereses personales y partidistas, los intereses de la nación, de todos los ciudadanos, era lo que entonces se hacía. Contribuyo su hipnótica mirada, el sentido recto que tenia de las cosas, su honradez y su estilo. Y en ese empeño, le siguieron otros líderes políticos, sindicales y de la sociedad en general. Y también mi padre. Empezó con el en UCD y termino su andadura política activa en el CDS. Siempre le quiso, le admiró y le convenció.

Visitó Ceuta como Presidente del Gobierno, porque mi padre se lo pidió, igual que le pidió que le apoyara para que Ceuta estuviera incluida en la Constitución Española, como así ha sido, a pesar de lo mucho que costó, de los disgustos que este empeño le originaron a ambos.

Dimitió cuando supo que estaba solo, que no podía culminar sus intenciones políticas, se fue simplemente, lo anunció en televisión y ese día supe de la grandeza de este hombre. España, otra vez España, por encima de todo.

Aguanto de pie, sin agacharse, a la intentona golpista del 23 F, dando la cara y defendiendo su dignidad de Presidente del Gobierno, no pudieron derribarle, era la cordura, la decencia frente a la sinrazón, frente al miedo. Venció la dignidad, el sometimiento a la Ley y la democracia. Dignificó la historia frente a las metralletas, al lado de su vicepresidente.

Ha vivido sin escándalos, podía prometer y prometía, pero cumplía su palabra. Nadie le ha podido acusar de llevarse un duro, de ceder a ningún chantaje. En una época difícil, culminó un bello y gran capítulo de la historia de España. Con el entramos en el siglo XX.

Estoy triste, siento su ausencia, pero también sé que nunca se ira del todo, algún día será el referente de lo que tiene que ser un Político. Su espíritu, el de los grandes hombres siempre nos acompañará. Ahora se ha reencontrado con mi padre, seguro que se fumaran un cigarrillo juntos y discutirán de lo que les apasionaba. Allí estarán también Antonio Domínguez y todos los que le siguieron y confiaron acertadamente en su carisma, en su honor. Siempre con usted Señor Presidente.
 

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