El fallecimiento del que fuera el
primer presidente del Gobierno español de la Democracia y
artífice de la Transición en aquélla época de cambios y en
la que se requería el consenso, la concordia y la
solidaridad de todos, ha marcado una senda que ha de
continuar, como bien ha recordado el actual jefe del
Ejecutivo de la nación, Mariano Rajoy a la hora de glosar su
figura. Unos elogios que han sido la constante de muchísimos
relevantes personajes, desde el Jefe del Estado hasta
políticos de todas las opciones, quien han dado el valor y
la auténtica dimensión a Adolfo Suárez, que bien tiene
merecida aunque en vida comenzaron a ponderar.
Para Ceuta, Adolfo Suárez pasará a la historia por haber
sido el primer presidente de Gobierno -después sería José
Luis Rodríguez Zapatero-, que vino a nuestra ciudad; bien es
verdad que casi estaba obligado por las circunstancias, ya
que en aquéllos momentos se hablaba del “ruido de sables”
para significar el descontento del estamento militar, por
los numerosos atentados terroristas de ETA en 1.980, que
tuvo como víctimas a numerosos militares por acciones
terroristas.
Para la historia fue un hito importante que este jefe de
Gobierno de consenso, legalizara al PCE, se aprobara la
Constitución, la Ley de Reforma Política y España
experimentara unos avances que le llevaron a mejorar épocas
precedentes, iniciando la etapa democrática “pasando página”
y restañando viejas heridas de la Dictadura. Se cierra una
página que había escrito un político honrado, valorado por
amigos y adversarios, a quien se le reconoció valor y que
tuvo la dignidad de dimitir, cuando las circunstancias
indicaron que era un problema, por el descontento de la
cúpula militar, las rencillas internas de la UCD y el acoso
de la oposición. Suárez siempre será una pieza clave en
nuestra historia. Gracias Adolfo.
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