Hasta ahora se habían dado ciertas
fechas que, por haber acarreado algo distinto a otros días,
han quedado marcadas en el calendario para siempre, con el
hecho acaecido.
Me parece bien recordar algo que aportó cosas diferentes a
la normalidad del día a día, pero sólo eso, no estar todos
los días del año, para sacar renta política, dándole vueltas
a la fecha.
Y aquí, o a nivel nacional, si es que no internacional, el
seis de febrero queda grabado a hierro y a fuego,
especialmente para los grupos hostiles al PP, mientras que
no recuerdo campaña alguna sobre unos hechos realmente duros
para Ceuta, con intervención de fuerzas policiales, y
también con actuación de muchos civiles, sin más, que
sucedieron un 11 de octubre allá por los años 1994 o 1995,
cuando estaba en el poder, a nivel nacional, el PSOE y aquí,
en Ceuta, había una delegada del Gobierno del PSOE.
Lo del seis de febrero fue duro, muy duro, ese día hubo 15
muertos, es cierto, pero ninguno de ellos en territorio, ni
en aguas de Ceuta, con lo que si en algún sitio tendrían que
lamentar, criticar, negar o aprobar, eso sería al otro lado
de la frontera, no aquí, además de que si alguien podría
sacar renta o deterioro políticos sería al otro lado de la
frontera, mientras que aquí, por lo que debieran clamar unos
y otros del PP, del PSOE, de IU o los “partidarios del AVE
MARÍA a las cuatro de la tarde”, sería porque se llevara a
cabo un acuerdo en “política de Estado sobre inmigración”, o
incluso que todos pidieran “una política europea” sobre ese
particular.
Hasta aquí, creo que sería lo lógico, claro que hablar de
lógica entre políticos es como hablar de la virtud en un
burdel. Así lo creo y así lo digo para que si hay alguno que
no entra en el “paquete” empiece a tirar la primera piedra.
Con este hecho doloroso, luctuoso y siempre lamentable, pero
muy lejano a lo sucedido en Lampedusa, por ejemplo, estamos,
además, haciendo el más grande de los ridículos porque,
desde España, estamos vendiendo una imagen de la marca
España que no nos la comprará nadie ni a precio de saldo, y
sin salir de aquí de Ceuta, los que más piden que se mire a
Ceuta con una mirada de atracción y de cariño, lo que están
haciendo es que se vea a la Ciudad como la gran desconocida
pero por lo malo, no por lo que tiene y puede tener de
atractiva.
Estamos con esa frase famosa del “y tú más”, sin saber si el
carro va en la dirección correcta o está “tesando”, que
diría el tío Anacleto.
Para propios y extraños, en días tranquilos, y en momentos
problemáticos Ceuta es lo que es, estando en la Delegación
del Gobierno el PP, el PSOE o el deán de la catedral de
Heidelberg, y la llegada a la frontera, por parte de
inmigrantes subsaharianos se ha dado, se da y se seguirá
dando, con cualquiera de los partidos que esté gobernando en
España, sin que ninguno de ellos se pueda jactar de que
ellos dieron una solución definitiva y positiva para Ceuta y
para todo lo que es la inmigración ilegal.
Por todo lo dicho, política de Estado sobre inmigración, sí.
Política europea sobre inmigración, también, pero de ahí a
que unos acontecimientos puntuales de hoy, de mañana o de
cualquier día lleven a pedir la cabeza del delegado del
Gobierno, va un abismo.
El joven secretario general del PSOE de Ceuta, José Antonio
Carracao dice:” cada minuto que pasa sin el cese del
delegado es uno perdido”. Se equivoca mi apreciable Carracao,
porque en esa situación ni Paco Antonio González Pérez
podría haber hecho nada diferente a lo que se hiciera, ni
otro delegado del Gobierno con la “etiqueta” de cualquier
otro partido hubiera actuado de otra forma. Y por cierto,
Carracao, el valedor en todos esos momentos de confusión,
que ha tenido Paco Antonio ha sido Rubalcaba, porque podía
estar tambaleándose, Paco Antonio, en el cargo, pero en
cuanto Rubalcaba pidió su cese, Paco Antonio quedó más
asegurado que nunca. Por tanto, Carracao, tendrás que
decirle a vuestro jefe que mida sus palabras, ¿Te
atreverás?. Seguro que no, ni ningún otro miembro del PSOE.
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