El sindicato de prisiones de UGT continúa con el proceso de
movilizaciones, junto con las organizaciones sinsicales CCOO,
CIG,CSI-F y ELA iniciado en el mes de junio de 2013. En este
periodo de tiempo se han realizado concentraciones en más de
40 centros penitenciarios dependientes de la Secretaría
General de Instituciones Penitenciarios. Enmarcadas en este
movimiento de protesta, el próximo día 26 de marzo se han
convocado concentraciones en los centros penitenciarios de
Córdoba, Cuenca, El Dueso (Cantabria) y la prisión de
Navalcarnero (Madrid), estando el centro penitenciario de
Ceuta pendiente, junto con otras prisiones del resto de
país, pendientes de realizar sus respectivas movilizaciones.
En un momento en el que la Administración Penitenciaria ha
anulado la negociación colectiva, actuando en todas las
ocasiones al margen de la opinión de los representantes de
los trabajadores, desde UGT se reclama el incrementar los
recursos humanos en el ámbito de Institucione Penitenciarias
al objeto de prestar un servicio público de calidad. La
falta de Oferta de Empleo Público, la tasa de reposición, el
envejecimiento de las plantillas, afecta negativamente a las
condiciones laborales de los trabajadores (movilidad,
promoción, etc) y compromete seriamente el futuro del medio.
En ese mismo parámetro, la UGT también busca defender la
dignidad del trabajo penitenciario, de la imagen pública del
colectivo y de su profesionalidad.
Además, en otro ámbito de cosas, desde UGT también se está
buscando paralizar el proceso de contratación de empresas
privadas de seguridad para participar en las tareas de
vigilancia perimetral de los Centros Penitenciarios, al
tener fundados motivos para pensar que esta privatización
puede afectar a los puestos de trabajo de los empleados
públicos penitenciarios.
Juan Miguel Cubo y Mohamed Haidor, ambos funcionarios de
prisiones y representantes sindicales por UGT de los
trabajadores de la prisión de Ceuta denunciaban ayer ante EL
PUEBLO que la Administración, hoy por hoy, convoca a las
mesas pero no presenta una actitud negociadora, sino más
bien todo lo contrario “funciona por imposición”. El último
“atropello” realizado por la Administración, tal y como se
denuncia desde la UGT ha sido la modificación de la
‘Instrucción de Jornada y Horario”.
Haidor resaltaba la antigüedad de la prisión de Ceuta, la
cual presenta muchas deficiencias en su estructura lo que
provoca una merma importante en las condiciones de trabajo,
aunque el problema más grave denunciado por el ugetista es
la falta de funcionarios.
Esta importante merma de recursos humanos en el centro
penitenciario de Los Rosales viene motivada especialmente
por el paso de los funcionarios a segunda actividad. Esta
situación, tal y como se informó a este diario, sucede
cuando se lleva prestando más de 35 años de servicio de
vigilancia uno en interior, con lo que el funcionario pasa
al área de oficina. Al ser la cárcel de Ceuta una de las que
la media de edad de sus funcionarios es muy elevada,
rondando los 50 años, muchos de los jefes de servicio
existentes pasaron a desempeñar esa segunda actividad,
provocando una cascada de vacantes que Madrid no atiende y
sigue dejando sin cubrir, lo que ha llegado a provocar, al
sumarle además las jubilaciones, las bajas, las excedencias,
etc, que la plantilla de trabajadores del Centro
Penitenciario de Los Rosales se haya visto mermada en un 25%
aproximadamente.
Esta situación, tal y como manifestaba Haidor va en
detrimento también de la seguridad, no sólo de los propios
funcionarios, sino también de los internos del centro, así
como se produce una merma importante de la calidad del
servicio que se presta. El sindicalista exculpa a la
dirección del centro penitenciario de esta situación y
centra toda esta problemática en Madrid, indicando que desde
la dirección de la cárcel de Los Rosales se ha notificado y
solicitado que se cubran estas plazas que se han ido
generando y desde Madrid tan sólo se ha dado la callada por
respuesta.
En numerosas ocasiones, tanto las centrales sindicales como
la dirección del centro han solicitado que estas vacantes se
cubran mediante comisiones de servicio, de tal forma que al
abrirse dicho proceso el funcionario que quiera desplazarse
a Ceuta que cubra esas plazas vacantes, pero la
“Administración se niega en redondo en abrir esa comisión de
servicio, tan necesaria, para cubrir esas plazas vacantes”.
Esta falta de personal, tal y como indicaba Haidor, afecta a
todos los servicios que tiene el centro penitenciario, desde
las oficinas, “que también están al descubierto”, como los
servicios de vigilancia interior, de rastrillo, etc.
Precisamente, la oficina de gestión, que es la que lleva
todos los trámites de los internos del centro pentienciario,
tanto las comunicaciones con las autoridades judiciales y
policiales como los expedientes de los internos, en
definitiva toda la tramitación de toda la documentación del
centro penitenciario, tan sólo cuenta en la actualidad con
dos funcionarios, quienes tienen que soportar un pesado
volumen de trabajo, no en vano en la cárcel de Ceuta ingresa
una media de 50 nuevos internos a la semana.
El motivo por el cual se sostiene, a duras penas, el trabajo
en el centro penitenciario es gracias a las dos conducciones
por semana que se vienen produciendo y que alivia la presión
de internos en el centro penitenciario ya que eso significa
que una media de 20 a 30 reclusos son llevados a otros
centros de la península.
Hoy por hoy son unos 215 reclusos los que se encuentran en
el centro penitenciario Los Rosales, ubicados dos por
celdas, unas cifras soportables, aunque los funcionarios
reconocen que en numerosas ocasiones las cifras se han
disparado hasta cerca de los 360 reclusos.
Otros de los asuntos abordados por los sindicalistas fue la
apertura de la nueva cárcel de Ceuta. En este sentido
indicaban que la obra deberá ser entregada el próximo mes de
junio, aunque debido a la falta de dinero para ponerla en
funcionamiento, al parecer la Administración está pensando
en que la obra finalmente sea entregada en diciembre y así
evitar el gasto de mantenimiento que supondrá tener el nuevo
recinto cerrado, deconociéndose igualmente cuando se pondría
en funcionamiento.
Haidor manifestaba a este diario que “la futura apertura del
nuevo centro penitenciario con los recursos humanos
existentes, es totalmente inviable”. Los sindicalistas
aseguraron que “esta situación hace del todo imposible que
el nuevo centro pueda funcionar con un mínimo de seguridad
para los internos y resto del personal” y manifestaban que
“se hace muy complicado cumplir con los objetivos
primordiales de la institución penitenciaria:
reinserción-rehabilitación, asistencia social y retención y
custodia”. Asimismo, según
Cubo y Haidor “también podrían verse afectados en su normal
funcionamiento otros servicios por esta carencia de
personal”. “Al pretender inaugurar dicho centro, aunque sea
de forma parcial tal y como se pretende, sin poner en
funcionamiento servicios básicos, como el departamento de
enfermería, dependencias socioculturales, o talleres
formativos y productivos, hace que lo expuesto anteriormente
tome visos de hacer caótica y precaria una apertura de una
infraestructura del tamaño y características de una
macro-cárcel sin la debida dotación funcionarial que haría
falta en este caso”, aseguraba Haidor.
A juicio de los sindicalistas, para el normal funcionamiento
de este nuevo centro penitenciario, “la plantilla debería de
ser, al menos, el doble de la actual”. En este sentido,
desde UGT se ha destacado que “con los recursos humanos
existentes, la prisión no se podría poner en funcionamiento
ni en un 30 por ciento”. Además, señalaban también que “se
debería aumentar también el personal de los servicios
médicos, oficinas, tratamiento, servicios sociales, dotación
que a día de hoy no ha tenido en cuenta la Secretaría
General de Instituciones Penitenciarias”
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