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La consejera de Presidencia,
Gobernación y Empleo se ha precipitado a la hora de dar por
hecho el cambio en los criterios de selección de los
beneficiarios de los Planes de Empleo, cuando ha manifestado
que se priorizará la renta a la antigüedad en las listas del
paro. Y se ha precipitado porque la Ciudad Autónoma de Ceuta
sólo cuenta con voz pero no voto en el seno de la Comisión
Ejecutiva Provincial del Servicio Público de Empleo,
organismo que en el que sí cuentan con peso, voz y voto, el
Servicio de Empleo Público Estatal, el empresariado y los
sindicatos, lo que significa que, o bien Yolanda Bel ha
pecado de prepotencia a la hora de dar por hecho algo que
aún no está decidido oficialmente, o sencillamente que ha
“ninguneado” a los representantes de los organismos y
entidades allí legítimamente capacitados para emitir su
opinión, en el seno de una Comisión en donde han de
debatirse los argumentos y las decisiones sin que éstas se
dirimiman en los medios de comunicación y, además, por parte
de quien no tiene voto.
El comportamiento de Yolanda Bel es una vez más extraño y
sorprendente, así como falto de la cautela necesaria en un
asunto tan serio, en el que son muchas las personas
pendientes y dependientes de los criterios de selección,
como para anticipar unos procesos de selección que, al no
estar aprobados en el foro adecuado, también están sujetos a
cualquier circunstancia que pudiera darse y hacerlos variar.
Quiere decirse que, una vez más, si en los próximos días se
diera algún tipo de variantes que indujera a modificar el
planteamiento de Yolanda Bel, ésta podría quedar en
evidencia con sus buenos propósitos en unos Planes de Empleo
siempre polémicos, por los intereses que hay en juego.
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OPINIÓN / EDITORIAL
