El Presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta hizo una
espectacular campaña como candidato presidencial en 2011,
que sembró de optimismo en nuestra ciudad. Todo parecía
posible y lo hizo sin hablar mal de nadie, desplegando su
carisma y hablando de su programa. Lo contrario de lo que
está haciendo. Y es que tiene poco de qué presumir.
Cada día la prensa local nos sorprende con un nuevo
escándalo político referente a la Ciudad Autónoma de Ceuta,
y si nos ponemos a ver en las televisiones locales, los
plenos ya no sorprende como el Gobierno de la ciudad
retrocede en sus políticas y proyectos, dejando al
descubierto las equivocaciones y errores que comenten.
Hace algunos años que la sociedad de Ceuta viene dando una
dura batalla en pro de la transparencia y la rendición de
cuentas de los servidores públicos en todos los niveles de
Gobierno de la ciudad. Y vemos como el dinero publico se
destina a fines que no son tan necesarios para la ciudad o
que incluso esos servicios contrarias cero euros a las arcas
publicas, como la hípica de Ceuta, pudiendo destina esos
miles de euros a fines más importantes y necesarios.
Mientras que en nuestra ciudad haya personas que no tienen
un techo para vivir, o no dispones de los recursos
necesarios para mantener a sus hijos, el despilfarro del
dinero publico a la hípica de Ceuta, es un capricho que
llega a ser insultante para el ciudadano de nuestra ciudad.
El Gobierno va a tener que hacer una profunda autocrítica,
hay promesas incumplidas, las cuales mas pronto que tarde
pasaran factura el Partido Popular de Ceuta, dejando los
logros obtenidos tiempo atrás en pura anécdotas, ya que la
ciudadanía comienza a estar cansada de las promesas
incumplidas de nuestros políticos, de esos que nosotros
apoyamos y defendimos no hace mucho tiempo, y que hoy son
verdaderos lastres para unas siglas con unos valores y con
un proyecto que nada tiene que ver con los que en nuestra
ciudad realiza el Partido Popular de Ceuta.
Hay dirigentes de mi partido que me acusan de desprestigio y
descalificaron al Gobierno de la ciudad, que atento contra
la imagen y el honor del Presidente de la ciudad, que
cuestiono la credibilidad del Presidente del Partido Popular
de Ceuta, que mis artículos podrían constituir infracciones
penales, que mantengo una actitud de acoso y derribo al
Gobierno de la ciudad, que doy un mensaje de una política
del Gobierno desenfrenada en el ámbito económico, e incurro
en grave deslealtad hacia el Presidente del Partido Popular
de Ceuta y Presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta,
poniendo en entre dicho el honor, la ética y la reputación
del Presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta y de sus más
inmediatos colaboradores, ademas menoscabando la imagen del
Partido Popular de Ceuta, y por ultimo piensan que mis
artículos persignen la creación de corriente de opinión
contraria al Partido Popular de Ceuta.
En el Partido Popular de Ceuta son perseguidos y castigados
quien se pronuncia a favor de la verdad, de la libertad de
expresión, quien defiende los ideales y Estatutos del
Partido Popular, quien no es capaz de decir que la tierra es
plana a cambia de un puesto político, a todo libre pensador
que es capaz de discernir el bien del mal, lo blanco de lo
negro. Simplificando solo defiendo la verdad de los hechos
que ocurren en el Partido Popular de Ceuta, que decir la
verdad y defender los argumentos, proyectos, políticas y
Estatutos del Partido Popular, no es deslealtad hacia mi
partido, no es desprestigiar ni descalificar al Gobierno de
la Ciudad y el Partido Popular de Ceuta, para eso ya se
valen ellos solos, pues solo hay que leer y ver las noticias
locales diarias.
Hemos visto en nuestra ciudad poca mejora en los servicios
públicos, poca mejora en los procesos democráticos, poco
refuerzo de las políticas públicas, poco cambio organizativo
y pocas nuevas aptitudes. Hay que segur buscando que el
Partido Popular de Ceuta vuelva al sendero de la cordura y
la responsabilidad, por el bien del partido, hay que
reconducir las actitudes, conectar nuevamente con el
ciudadano y con la realidad de la calle, son muchos los
errores y poco el tiempo para rectificar.
El Gobierno de la ciudad debe estar abierto a nuevas ideas y
proyectos, debe trabajar para el fortalecimiento de las
políticas públicas y el enriquecimiento de los procesos
democráticos, para la mejora de los servicios públicos y del
bienestar social, mediante la aplicación de cambios de
organización en la vida publica, dentro y fuera de la
administración local.
|