La AD Ceuta FC se encuentra en una situación inmejorable
para disputar al final de la temporada regular el play off
de ascenso. Ni lo más optimistas podía imaginar al inicio
del campeonato que el equipo caballa, formado casi ciento
por ciento por jugadores ceutíes, se iba a encontrar a falta
de ocho jornada situado en la cuarta plaza del grupo con
seis puntos de ventaja (más el gol average) sobre el quinto.
Dos de los grandes protagonistas de esta situación son
Garrido y Pablo Antón, guardametas del combinado ceutí y que
están firmando una excelente temporada. Los dos porteros se
han ido turnando bajo palos a lo largo de las jornadas, lo
que ha permitido que la portería del Ceuta se encuentre
siempre bien protegida. El hecho de que cualesquiera de los
porteros puedan formar parte del once inicial ha provocado
que ambos trabajen al máximo sin posibilidad de relajación.
Tal es el nivel de los porteros ceutíes que en catorce
ocasiones (prácticamente la mitad de los partidos
disputados), han dejado la meta imbatida, mientras que solo
en cinco ocasiones el Ceuta ha encajado más de un gol. Eso
permite que Garrido, con catorce partidos disputado hasta el
momento, haya encajado trece goles, mientras que Pablo
Antón, con dieciséis encuentros como titular, haya encajado
doce.
De esta forma, los dos guardametas se mantienen por debajo
de la cifra del gol por partido, lo que está permitiendo al
Ceuta situarse, con 25 goles encajados, como el segundo
equipo menos batido de todo el Grupo ‘X’ de la Tercera
División, solo por detrás del actual líder del grupo, el San
Roque de Lepe, cuya portería ha sido superada en veinte
ocasiones.
Los números del Ceuta son, claramente, de equipo que aspira
a disputar el play off de ascenso gracias a una columna
vertebral bien definida que va desde la punta del ataque,
con un Antonio Prieto que se sitúa actualmente como máximo
goleador del grupo, hasta la misma portería, pasando por
Perita, Ernesto y una pareja de central muy sólida compuesta
por Sandro y Jaime.
Esto hace que, con ocho partidos por delante, el Ceuta no
solo mire hacia abajo confiando en no dejar escapar la
ventaja que mantiene sobre sus rivales directos, sino que
levante la vista hacia las primeras posiciones del grupo. Y
es que, con sus números y con el segundo clasificado a solo
dos puntos, el equipo caballa es consciente de que sus
opciones no solo pasan por terminar cuarto. Incluso el
segundo puesto del grupo se encuentra a cuatro puntos, una
distancia perfectamente salvable si los ceutíes consiguen
mantener el nivel del último tramo de la competición.
Para ello, la labor de Garrido y de Pablo Antón se antoja
decisiva. La actuación de ambos bajo palos será fundamental
para que el equipo sigue manteniendo su línea positiva
durante las últimas jornadas del campeonato. Ocho finales
tras las que el Ceuta confía formar parte del bombo en el
que estarán los equipos que disputen el play off de ascenso.
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