La comparecencia del secretario de Estado de Seguridad,
Francisco Martínez, ante la Comisión de Interior del
Congreso para dar cuenta de los detalles sobre la tragedia
en la que perdieron la vida 15 migrantes cuando intentaron
entrar en Ceuta a través del espigón del Tarajal, sirivió
ayer, gracias a la reproduciendo los vídeos que grabaron las
cámaras del perímetro fronterizo y la térmica instalada en
el Hacho y los audios de las comunicaciones entre los
agentes y el COS (Centro Operativo en la madrugada del 6 de
febrero para conocer más en profundidad como ocurrieron los
hechos que ocasionaron la tragedia.
Las comunicaciones, que era lo más esperado de la sesión,
han puesto al descubierto, por ejemplo. como desde la
embarcación Alcontán se comunicaba que había inmigrantes
nadando, pidiendo los agentes instrucciones: “¿Los cogemos?
No lo sé, responde desde el COS-contestan en el centro
operativo- por lo menos retenerlos y que no sigan avanzando,
que van para Ceuta”. La respuesta: “Es imposible, han pasado
por detrás de nosotros y o los cogíamos o los dejabamos
avanzar”.
Los audios recogen el intercambio de información entre los
agentes desde que advierten que los inmigrantes se acercan a
la zona fronteriza y a la playa, hasta las primeras tareas
de rescate de los integrantes del GEAS, , que avistó dos
cadáveres junto a las rocas del espigón y no los recogió por
orden directa del capitán de las patrullas del perímetro,
que hizo notar que los cuerpos estaban en zona marroquí, al
igual que otros agentes, y que dijo que “lo van a hacer
ellos”, refiriéndose a que las eran los agentes marroquíes
que iban a bordo de una semirrígida los que iban a recoger
los cuerpos.
También hay otra frase muy llamativa en las comunicaciones
que responde a “tened cuidado con los mehanis a ver si le
vais a dar a ellos”, lo que viene a demostrar que los
agentes estaban realizando disparos con pelotas de goma,
algo que no se ha negado desde un primer momento y que
Martínez reconoció ayer en su comparecencia. En total las
disparadas fueron 145, aseguró el número dos de Interior.
Pero más que en las bolas de goma ha sido en el lanzamiento
de gases lacrimógenos en los que se han sustentado todas las
críticas, ligándolo por parte de algunas personas como una
causa efecto de las muertes, algo que Interior ha negado
siempre. Ayer, Martínez dijo que sólo se lanzaron 5 y que
estos cuando llegan al agua se apagan.
“Ese tono de alarma de que hay inmigrantes que se ahogaban
no está, no lo han escuchado porque ante la Guardia Civil no
había nadie que se estuviera ahogando. Murieron en aguas
marroquíes. Tampoco escuchamos una orden del tipo ‘que no
entre nadie’, una orden que no se dio: No hubo una orden
operativa de evitar a toda costa la entrada”, dijo
expeditivo el número 2 del Ministerio del Interior.
Seguimiento total
Según declaró, la Guardia Civil “hizo el seguimiento de
todos los que nadaban hacia la costa” y “ninguno de ellos
corrió riesgo de ahogarse”. “Ninguno murió en aguas
españolas. 56 guardias civiles presentes en la mañana del 6
de febrero protegieron la frontera y velaron por la
seguridad en el mar y ninguno dijo entonces ni ha dicho
después que se hubiese advertido riesgo de ahogamiento en
aguas españolas”.
Martínez realizó un amplio repaso cronológico de lo sucedido
en la manaña del 6 de febrero apoyándose de mapas aéreos y
gráficos, desde la llegada de unos 200 inmigrantes al paso
fronterizo de Buitz hasta la devolución a Marruecos de
quienes alcanzaron suelo español. Asimismo, ha proyectado
fragmentos de los vídeos ya difundidos por el Ministerio del
Interior, editados para mejorar la calidad y acompasarlos
con las grabaciones de audio, principal novedad de la
comparecencia.
Se trata de un total de 96 conversaciones entre los agentes
destacados en la zona y el centro operativo desde las 6:30
horas hasta las 9:52 del 6 de febrero que se entregaron a la
jueza de Ceuta que instruye el caso y que se han mostrado al
Congreso, según Martínez, en “un ejercicio de transparencia
que no tiene parangón” para probar que la actuación del
Instituto Armado fue la correcta.
Pese a ello, sí manifestó que en espera de “lo que determine
la autoridad judicial”, la información disponible le lleva a
concluir que la “excitación de los primeros momentos” por
haber conseguido el objetivo de alcanzar la playa, el
“cansancio” tras los enfrentamientos con las fuerzas
marroquíes “que les tiraron piedras y utilizaron defensas de
madera” o la falta de cálculo de la profundidad del agua
pudieron tener que ver con los fallecimientos.
Para ilustrar sus palabras, el secretario de Estado hizo una
comparativa con el asalto registrado en la frontera del
Tarajal el 17 de septiembre de 2013.
En aquella ocasión, los inmigrantes bajaron de la zona
boscosa en la que normalmente tienen instalados sus
campamentos, que ayer fue presentada a través de un power
point por Martínez, hasta la zona del llano de los taxis en
Marruecos y de allí al espigón, aunque en aquella ocasión la
marea estaba en bajamar, mientras que el 6 de febrero esta
estaba en pleamar con una profundidad superior a los dos
metros
Los inmigrantes que consiguieron alcanzar la playa del
Tarajal, en total, 23, Martínez insistió en que “fueron
rechazados en frontera y entregados a las fuerzas marroquíes
a las que habían superado y que les estaban reclamando” y
aseguró que llegaron ilesos, pese al uso de pelotas de goma
y botes de humo por parte de los agentes españoles para
intentar evitar la entrada.
Ninguno alcanzado
“Ninguno de los inmigrantes resultó alcanzado por el uso de
ese material, llegando sin lesiones ni heridas a la playa
del Tarajal”, matizó Martínez, para incidir, además, en que
“ni se lanzó material sobre los inmigrantes ni se observó
que el lanzamiento provocara pánico en los mismos” y se
utilizó “adecuándose a principios de proporcionalidad y
oportunidad” con un “objetivo siempre disuasorio”.
Según concretó, aquella mañana participaron 56 guardias
civiles entre mandos y agentes en el centro operativo, en la
playa y en el agua, y se dispararon “145 pelotas de goma,
cartuchos de protección y cinco botes de ocultación”. Sobre
éstos, ha afirmado que “son inocuos y tienen únicamente
efectos disuasorios” y ha destacado que “como funcionan con
material fumígeno al contacto con el agua se apagan”. En
cuanto a las bolas de goma, ha hecho la media: “supone entre
tres y cuatro pelotas por Guardia Civil en un incidente que
duró 30 minutos”.
El secretario de Estado ha defendido “firmemente” que las 15
personas que perecieron lo hicieron en aguas marroquíes “en
los primeros momentos del incidente, probablemente cuando
los guardias civiles ni siquiera se encontraban desplegados
en la zona”. Según ha explicado, llegaron más tarde que los
inmigrantes porque estaban apostados en la zona de la valla
fronteriza, ya que “todo hacia prever que el intento se
realizaría por un salto y no por el mar”. Con todo, ha
abierto la puerta a la autocrítica: “Cuando a las puertas de
nuestra casa se producen 15 fallecimientos, hay que hacer un
análisis”. En este sentido, ha destacado que la Guardia
Civil en Ceuta lo ha realizado y ha llegado entre otras, a
la conclusión de que “resulta imprescindible el estudio de
nuevos medios antidisturbios o disuasorios para su
utilización a la vanguardia de las vallas”, que éstas deben
recuperar su “valor como obstáculo eficaz” y que “deberá ser
evitado” el uso en el mar.
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