Aunque podría haber sido una tragedia, el incendio que
sufrió el hotel Tryp ha sido más escandaloso que otra cosa,
esa es la opinión que mantienen los responsables del
Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS).
Esto se pone de manifiesto por la cantidad de agua empleada
en sofocar las llamas que procedían de las instalaciones de
la lavandería. Según ha podido conocer este periódico, los
mil doscientos del líquido elemento empleados es lo que
suelen utilizar los Bomberos cuando un contenedor de basura
sale ardiendo y hay que extinguir el incendio, según
aseguraron especialistas en la materia a este diario.
El incendio fue más aparatoso debido a la cantidad de humo
que se produjo como consecuencia del mismo, lo que provocó
que este fuese inundando todas las plantas y dependencias
del hotel.
La rápida puesta en marcha del plan de emergencia por parte
del personal del hotel y el poco tiempo que tardaron los
bomberos en apagar las llamas hizo que el siniestro no
tomase mayores dimensiones y por ende no se hubiese
convertido en una tragedia.
Tanto es así, que la instalación eléctrica del
establecimiento hotelero no se ha visto afectada, así como
la de agua.
Los daños sufridos, aparte de los de la lavandería donde se
inició el incendio al producirse un cortocircuito en el
cuadro de luces de la misma, son los derivado del humo y del
ollín, que han dejado las habitaciones a falta de una buena
limpieza y es posible que se tengan que cambiar todas las
cortinas.
Distinto ha sido el asunto con respecto a los locales
contiguos en los bajos del hotel.
De esta manera, ayer el dueño del restaurante la Tasca de
Pedro relataba como fue avisado al entenderse en un primer
momento que el incendio se podría haber producido en su
local, algo que no fue así.
Otro de los establecimientos perjudicados ha sido la
cafetería Citara, cuya propietaria declaró que no tenía agua
debido a que el fuego había quemado las tuberías. Estos
comerciantes se reunieron ayer con los responsables del
hotel.
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