Pedro Luis Mélida, el Jefe
Superior de Policía de Ceuta, llamado a desempeñar un cargo
de mayor nivel de responsabilidad que el actual, se ha visto
afectado por las consecuencias derivadas del que podíamos
denominar “efecto” colateral de intento fallido de asalto a
la valla fronteriza de Ceuta el pasado 6 de febrero. Mélida
estaba nominado para un ascenso profesional que se ha visto
frustrado, de momento, al paralizarse el mismo, como
consecuencia de los hechos que se produjeron y que tanta
polémica desataron. El Ministerio del Interior no ha
considerado procedente ni oportuno realizar ahora su cambio
a un mejor destino y ha quedado “congelado” por el momento.
No ha debido ayudarle tampoco la autorización a efectuar
declaraciones al hasta ahora jefe de la Brigada de
Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional, Ramón
Caudevilla, quien hizo manifestaciones contrarias a las
efectuadas por el ministro del Interior, Jorge Fernández
Díaz, y que provocaron su cese fulminante. Una actuación que
empaña también la hoja de servicios de Mélida, a la vista de
las consecuencias derivadas de estas declaraciones
inoportunas y que, según la cadena de mandos, tuvo como
máximo responsable de la autorización al jefe Superior de
Policía de Ceuta que ha visto truncado su ascenso.
Cuando se forma parte de una estructura tan jerarquizada
como ésta de la Policía, y no se solicita autorización a
Madrid, hay que apechugar con las consecuencias de las
declaraciones de un escalafón inferior y asumir la
responsabilidad que conlleva; en este caso, ver el futuro
profesional inmediato truncado y a la espera de que se de
una mejor ocasión si es que se da y no se vuelve a cometer
algún error que lo impida.
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