LUNES 10.
El domingo por la noche estuve viendo el programa
‘Salvados’, conducido por Jordi Évole, y cuyo
protagonista fue Florentino Pérez: empresario de
altos vuelos y presidente del mejor club del mundo. JE,
también conocido como el Follonero, es entrevistador
incisivo y que apenas le permite a sus entrevistados que se
extiendan en las respuestas con el fin de que no les dé
tiempo ni de ponerse bien puestos ni muchos menos que hagan
de filibusteros de la palabra para que transcurra el tiempo
y sean pocas las preguntas molestas del inquiridor. Cierto
es que el entrevistador, afamado ya, interrumpe a veces al
entrevistado precipitadamente, mas es preferible que caiga
en ese defecto a dejar que el personaje se extienda en sus
contestaciones hasta aburrir a la concurrencia. Florentino
no tuvo tiempo de hacernos bostezar con sus respuestas. De
ningún modo. Entre otras razones, porque el conductor de la
entrevista se lo impidió. Pero dio muestras evidentes de
que, como empresario, siente una gran alegría con que el
número de pobres sea cada vez mayor. De no haber sido así,
jamás hubiera dicho que los salarios bajos son de recibo
para que las empresas españolas sean competitivas. El señor
Pérez evidenció ser admirador de cómo trabajan los chinos.
Y, naturalmente, de Mariano Rajoy: a quien defendió a
capa y espada. Luego confesó que se pirra por la política,
pero que lo echaron de ella… Menos mal… Porque, de no haber
sucedido ello, podría hasta haber sido presidente del
Gobierno de la nación y seguramente ésta tendría ahora
incluso mas millones de españoles parados y a otros millones
currelando por un plato de lentejas. Ah, no hallé, oyendo al
presidente del Madrid, nada que me hiciera pensar que estaba
ante un “ser superior” (Butragueño dixit)
Martes. 11
Ser superior es, para la prensa española contraria al Madrid
y, sobre todo, la que sigue teniendo aversión enfermiza
hacia José Mourinho, Pep Guardiola. Quien
aparece siempre más triste que los atardeceres de Teruel. Y
quien escribe puede dar fe de ellos. Pero la tristeza del
entrenador del Bayern y gran defensor de la independencia de
su tierra, es una pose. Esa pose de intelectual que un día,
fingiéndose paternalista con los españoles no nacidos en su
tierra, dijo más o menos que si al término de la guerra
civil, en lugar de castellanizar a Cataluña, como se
pretendió, se hubiesen dedicado a catalanizar España,
habríamos salido ganando todos. Ahora, como buen entrenador
que es, ha logrado españolizar a los alemanes del Bayern
mediante el fútbol que se sacó de la manga Luis Aragonés.
Los alemanes, que ya lo habían ganado todo con Jupp
Heynckes, siguen obteniendo victorias, pero a cambio de
aburrir a la clientela. Y, claro, el gran Beckenbauer
ha salido a la palestra gritando a voz en cuello: al paso
que vamos acabaremos como el Barcelona… Y se le ha escapado
una guasa. Ganar es lo primordial, sin duda alguna; pero los
equipos que están acostumbrados a hacerlo no pueden olvidar
que el espectáculo está necesitado de emoción y ésta se
obtiene llegando muchas veces a la portería contraria y
finalizando las jugadas.
Miércoles. 12
Hay aficionados al fútbol que me animan a ver al Ceuta. Pues
saben sobradamente que llevo mucho tiempo sin pisar el
Murube. Vamos, desde que nuestro alcalde le puso la cruz al
equipo y éste descendió de categoría mediante proceso
administrativo. Pero yo les digo que me cuesta lo indecible
acercarme al estadio. Ya que me puede la comodidad. Lo cual
no es óbice para que yo viva pendiente de los resultados del
primer equipo de la ciudad cada vez que juega. El equipo,
además de jugar cada vez mejor, según me dicen, no deja de
obtener victorias que le vienen afianzando en puesto que
otorga el derecho a intervenir en una liguilla de ascenso
que tiene como premio el poder regresar a la categoría que
nunca debió perder. Del extraordinario trabajo de los
directivos del Ceuta he opinado en varias ocasiones. Hoy lo
haré de Asián y de Ávalos, entrenador y preparador físico,
para felicitarles por su trabajo. Extraordinario. Claro que
sí.
Jueves. 13
Nuestro alcalde regresa de Madrid, una vez más, contando que
las ministras a las que ha visitado viven pensando
diariamente en los ceutíes. Que éstas no dejan de calentarse
la sesera cuando se trata de buscar las mejores soluciones
para que esta ciudad mantenga una calidad de vida adecuada a
las circunstancias. A nuestro alcalde se le hace la boca
agua recordando los momentos vividos junto a Fátima Báñez
y Ana Pastor. A las que describe como criaturas
henchidas de gozo por el mero hecho de saber que en Ceuta se
les quiere tanto como para que ellas respondan como
auténticas benefactoras. Las fotografías que recibimos de
nuestro alcalde y las ministras parecen hechas a propósito
para que veamos que nuestro alcalde no se quita el hábito de
la humildad en ningún momento. Que acude a la cita ora con
las ministras, ora con los ministros, ora con cualquier
secretario o subsecretario de Estado dispuesto a desplegar
su habitual letanía de político moderado, sencillo,
servicial, atento y siempre dispuesto a decir sí que para
eso estamos y a gritar ¡Viva España! Hasta cuando no toca.
Eso sí, nuestro alcalde, según dice un amigo mío, en cuanto
llega a Ceuta comienza a elucubrar cómo darle aceite de
ricino a quienes no le doran la píldora. La doble
personalidad de nuestro alcalde, a medida que va cumpliendo
años, se hace más patente. ¡Cuidado con él!
Viernes. 14
Conviene recordar lo que sigue. De no ser así, viviremos
siempre en perpetuo error. “Los hombres dicen que todos los
hombre son iguales; pero no todos los hombres son iguales.
Rousseau dice que el hombre nace libre, y el hombre
no nace libre. Un niño, sin la ayuda de su madre, moriría
bien pronto. El hombre dice que es independiente. Pero el
hombre no es independiente. Siempre ha de permanecer asido a
circunstancias que no puede domeñar. La vida que tiene que
tener un orden. El orden requiere de la fuerza pública. Y el
Estado, con esa fuerza pública, tratará siempre de excederse
en la autoridad”.
Sábado. 15
Lo veo juntar las manos e inclinarse hacia adelante, con el
gesto típico de los monjes budistas, esbozando una sonrisa.
Me estoy refiriendo a Juan Vivas. En muchas zonas de
oriente, sonreír es muestra de dulzura, de cortesía, pero
también de ambigüedad, de incomodidad y a veces de perfidia.
JV nunca ha dejado de practicar la política espectáculo. La
cual consiste en estar largando en todos los sitios donde
hay cámaras de televisión. De hecho, tiene una tele a su
disposición todos los días y a todas horas. Es listo, no
listillo como es tachado por algunos de sus adversarios;
pero se duerme demasiado en la faena hasta llegar a ser
cargante. Ese exceso de barroquismo le pierde. De tal modo
que, en bastantes ocasiones, propicia cachondeo entre
quienes lo observan con neutralidad. Se le nota a la legua
que intenta por todos los medios disfrazar sus ambiciones
mediante lucimiento de acciones virtuosas. Pero semejante
pose le sienta tan mal o peor que le sentaba a su socio
político, Juan Luis Aróstegui, el disfraz del Che
Guevara. El declive de nuestro alcalde comenzó hace ya
tiempo. Pero no es menos cierto que transcurre con lentitud.
Eso sí, me consta que hay personas importantes indagando
para ver si está o no apartado de los albañales donde
desaguan las aguas residuales de las malas artes. El tiempo
lo dirá.
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