La última operación llevada a cabo contra el yihadismo por
parte de la Policía Nacional el viernes en Melilla y Málaga,
en la que por primera ocasión se ha contado con una estrecha
colaboración con las Fuerzas de Seguridad de Marruecos, ha
venido a poner de manifiesto que nuestro país sigue estando
en el punto de mira de la yihad islámica, teniendo este
hecho una gran repercusión en Ceuta, donde en junio del
pasado año se llevó a cabo una operación conjunta entre
Guardia Civil y Policía Nacional que concluyó con el
desmantelamiento de una de las células más importantes de
España vinculadas a la organización Al Qaeda.
Así lo ha asegurado una de las máximas autoridades en la
materia de nuestro país, Fernando Reinares, que es
investigador del Real Instituto Elcano, y que han sido una
de los expertos que con más ahínco ha investigado los
efectos del fenómeno del islamismo radical en España.
Francamente la amenaza del terrorismo yihadista es seria,
asegura Reinares, y estamos empezando a asistir al
incremento de esa amenaza como resultado de la reversión de
la actividad yihadista desde los focos donde ha estado
concentrada ante la expectativa de incrementar dominios
territoriales: norte de Mali, Siria y Pakistán en
particular. Desde España podemos cifrar en una treintena los
individuos que han ido a luchar a Siria, pero en Francia
este número se multiplica por 20. Y algunos han empezado a
retornar. Y luego tenemos el problema de la radicalización
de las segundas generaciones, en particular entre jóvenes y
adolescentes que por parentesco han crecido en el ambiente
de las familias cuyos miembros han estado muchos años en
prisión en España y donde pueden haberse albergado
sentimientos de hostilidad o culturas políticas que no se
corresponden con las que saben esperar cosas ciudadanos
democráticos, ha asegurado en una declaraciones recientes y
publicada en La Vanguardia.
Las teoría que maneja este experto están corroboradas tanto
por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) como la Policía
Nacional y la Guardia Civil no se cansan de insistir en que
el riesgo sigue presente.
Entre otros elementos, constatan que España es una “base
durmiente” de radicales, como se puede comprobar en la
guerra civil de Siria.
Según los informes de los servicios de inteligencia, desde
finales del pasado año han abandonado España una media de 30
islamistas radicales al mes. En muchos casos han viajado
junto a sus mujeres e hijos.
Avances policiales
El experto entiende que en nuestro país se ha avanzado
mucho, especialmente en el ámbito policial, en el
conocimiento policial de cómo se desenvuelven los yihadistas.
Después del 11-M se tomaron decisiones fundamentales, de
ampliación de las capacidades inteligencia policiales, o
crear por primera vez un organismo de coordinación, que no
existía después de décadas de lucha contra ETA. Y el tercer
lugar desarrollar la cooperación internacional, en el caso
de ETA nos bastaba con Francia y México pero el yihadismo
internacional requiere otras cosas. Por ejemplo, cuando el
11-M España no tiene delegado de interior en Pakistán ni en
Arabia saudí.
Reclutamiento
En España operaba una red que se dedicaba a reclutar
muyahidin con destino al país de Oriente Próximo. Esta red,
aparte de la desmantelada ayer, que centraba sus actuaciones
en Ceuta, tenía además una conexión con otra trama similar
en la localidad marroquí de Castillejos. La trama española
fue prácticamente desmantelada por las Fuerzas y Cuerpos de
la Seguridad del Estado -aunque no del todo- en la operación
Cesto, una actuación policial coordinada entre Francia y
Bélgica, como recogen los informes. Pero la trama marroquí
“sigue activa”.
España ya ha detectado y sabe que varios de las personas
residentes en la Península que se fueron a Siria y que han
participado en atentados terroristas suicidas. De hecho, hay
constancia de que seis de estos españoles han muerto en el
conflicto, tres de ellos en acciones suicidas. Uno murió en
un ataque en la localidad de Idlib, en una acción
reivindicada por Al Qaeda. Los analistas policiales
constatan que Siria es actualmente “el país receptor por
excelencia de los yihadistas o combatientes extranjeros que
van a efectuar a otro país su particular yihad.
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La amenaza islamista obliga a una especialización de jueces
y fiscales
Hay mucho por recorrer. Se ha
trabajado demasiado tiempo en base a ideas preconcebidas,
acerca de que estábamos ante un fenómeno amorfo, sin
liderazgo, organización ni estrategia, y como eso no se
tenía correspondencia en la legislación existente. Todas las
actividades preparatorias de radicalización y entrenamiento
no estaban tipificadas como delito. Ha habido un buen número
de operaciones policiales que han quedado en flecos. La
amenaza del terrorismo islamista ha requerido una
especialización de los jueces y fiscales de la Audiencia
Nacional. La experiencia acumulada durante muchos años en la
lucha contra ETA no es suficiente.
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El peligro radica en la red advierte el sindicato UFP
La Unión Federal de Policía (UPF),
con más de 17.000 agentes afiliados, ha advertido sobre el
terrorismo yihadista que “el peligro está en la red” y que,
tras los cambios acometidos en el Cuerpo Nacional de Policía
por el 11M, el “enemigo lo tendrá más difícil”.
En un comunicado, la UFP ha destacado que con los atentados
de 2004 España se dio cuenta de que la amenaza del
terrorismo islamista era real y el fanatismo religioso se
configuró como un nuevo enemigo de la sociedad.
Los cambios acometidos en la Policía tras los atentados han
sido “profundos”, según el sindicato, ya que se han
incrementado en un 75 % las unidades centrales de
información y se crearon brigadas en las comisarias
provinciales, como la de Ceuta.
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