Agentes de la Comisaría General de Información del Cuerpo
Nacional de Policía han desmantelado una red internacional
que se dedicaba a la captación y envío de yihadistas para su
integración en organizaciones terroristas asentadas en Mali
y Siria. La operación, en la que han sido detenidos siete
miembros de la red, se ha desarrollado en estrecha
coordinación con los Servicios de Seguridad del Reino de
Marruecos. En total, han sido arrestadas cuatro personas en
España –tres en Melilla y una en Málaga- y tres en
Marruecos. Algunos de ellos ya habían retornado tras su paso
por zonas de conflicto como Siria, según informó ayer el
Ministerio del Interior.
Esta es la segunda gran operación de contra el yihadismo en
menos de un año, después de la realizada en junio del pasado
año entre la Policía Nacional y la Guardia Civil se arrestó
a una decena de personas en Ceuta dedicadas también al envío
de militantes yihadistas a Siria. Aquella red, vinculada a
la organización terrorista Al-Qaeda, llegó a mandar a 50
personas a Siria de las cuales 12 salieron desde Ceuta y el
resto desde Marruecos.
Aquella célula tenía dos bases de actuación, una en Ceuta y
otra en Marruecos. Su líder, Ismail Abdelatif Allal fue
detenido tres meses después en Bélgica, acusado de dirigir y
financiar las actividades del grupo. Estas células cuentan
con varias rutas establecidas para trasladar a las personas
que captaban hasta Siria. En algunas ocasiones, estas
personas partieron de Málaga y acabaron en el país árabe
tras su paso por Turquía.
La célula podía trasladar a personas desde Ceuta hasta otros
países de Europa, como Países Bajos o Bélgica, o llevarlas
directamente a la península de Anatolia. En ocasiones,
también era necesario el traslado de personas desde
Marruecos hasta Ceuta. Según los datos que maneja la Unión
Europea, entre 600 y 700 europeos podrían haber viajado a
Siria para combatir desde que comenzó el conflicto.
Esta es una de las principales preocupaciones de los
ministros del Interior de España y así lo ha manifestado en
varias ocasiones el ministro Jorge Fernández Díaz. El riesgo
principal consiste en aquellos que después de su paso por
Siria puedan regresar a sus países más radicalizados y con
conocimientos suficientes para llevar a cabo acciones
terroristas.
Dinamizador
El principal dinamizador de esta red es el ciudadano español
detenido y residente en Melilla, Mustafá Maya Amaya, quien,
a través de Internet, se encargaba personalmente de escoger
a los yihadistas voluntarios, cualquiera que fuese el país
de origen. Superada la fase de selección, contactaba
directamente con ellos y les proporcionaba las relaciones
necesarias para que pudieran llegar, a través de pasadores,
a la organización terrorista de destino. Esta red disponía
de ramificaciones en numerosos países tales como Marruecos,
Bélgica, Francia, Túnez, Turquía, Libia, Mali, Indonesia y
Siria.
El Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), Jabhat Al Nusra
(JN) y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), todas ellas
organizaciones terroristas en la órbita de Al Qaeda, han
sido las principales receptoras de los voluntarios captados
por esta red, cuyo destino último ha sido bien su
integración plena como dirigentes y activos partícipes en
atentados y ejecuciones públicas, o su fallecimiento en el
transcurso de operaciones terroristas cometidas en dichas
zonas en conflicto.
Iniciada en 2010
La operación se inició en el año 2010 bajo la supervisión
del titular del Juzgado Central de Instrucción número dos de
la Audiencia Nacional, Ismael Moreno. Las investigaciones
tomaron un impulso definitivo cuando se detectó en el
domicilio de Maya Amaya a varios yihadistas venidos de
Francia, a los que había seleccionado previamente, y a
quienes se disponía a preparar para su marcha a Siria de
forma inminente.
Ante esta circunstancia, agentes del Cuerpo Nacional de
Policía han procedido a la detención del principal
responsable de esta red, Maya Amaya, además de dos
integrantes de la misma, de nacionalidad francesa, que se
encontraban en la vivienda de Mustafa Maya. Los súbditos
franceses son Paul Cadic y Farik Cheikh, ambos a la espera
de desplazarse a Siria. Por otro lado, y en perfecta
coordinación y de manera simultánea, se ha detenido a tres
miembros de esta misma célula asentados en Marruecos. Se
trata de Tarik Ahnin, Soufian el Moumni y Mohamed Karraz.
En el marco de la operación, también ha sido detenido en
Málaga Chafik Jalel Ben Amara Elmedjeri, de nacionalidad
tunecina, quien ejercía funciones o tareas en el ámbito de
la falsificación documental a nivel internacional. Éste ya
fue detenido el día 24 de febrero de 2006 por pertenencia a
organización terrorista.
Registros
En total, se han realizado cuatro registros domiciliarios en
las ciudades de Melilla y Málaga, donde se ha intervenido
diverso material informático y numerosa documentación
pendiente de analizar. También se han llevado a cabo varios
registros en distintas localidades marroquíes.
La operación se considera un duro golpe contra las redes de
envío de yihadistas hacia organizaciones terroristas
desplegadas en zonas de conflicto, algunas de las cuales son
responsables de la comisión de crímenes de guerra tales como
asesinatos de población civil o secuestros de periodistas
y/o personal extranjero dedicado a la ayuda humanitaria.
Cabe destacar que, con estas detenciones, se ha logrado
neutralizar, en un mismo acto y al mismo tiempo, a varios de
los actores que forman parte de la cadena delictiva, al
haberse procedido a la detención del captador y dinamizador
de la red, el falsificador, los encargados de logística y a
propios yihadistas que se desplazarían a los países
mencionados.
Con la información obtenida se procederá a la solicitud de
la emisión de diferentes Órdenes Internacionales de
Detención contra otros miembros de la red ubicados en
terceros países, y que continúan sus actividades delictivas.
Es necesario mencionar, como hecho destacable y sin
precedentes, la activa participación e integración en el
dispositivo operativo desarrollado en España, de
funcionarios marroquíes junto con miembros de la Comisaría
General de Información española.
Para el desarrollo de la presente investigación, la
Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de
Policía ha contado con el apoyo de la Oficina Federal de
Investigación de los Estados Unidos (FBI), así como el
Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
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