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sociedad - VIERNES, 14 DE MARZO DE 2014


un momento del ejercicio. reduan.

reportaje
 

Operación anfibia de reconocimiento militar en la playa de San Amaro

La Sección de buceadores del Regimiento de Ingenieros número 7 protagonizaron un ejercicio táctico para determinar los posibles accesos con reconocimiento de los fondos marinos
 

CEUTA
El Pueblo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

La zona litoral de la playa de San Amaro ha sido el escenario de un ejercicio de desembarco y reconocimiento a cargo de la Sección de buceadores del Regimiento de Ingenieros número 7, al mando del teniente Francisco Cívico. Un ejercicio que consistía, como cualquier unidad militar, de asegurar la obtención de información sobre un asunto concreto, para reconocer si no es hostil la orilla y establecer un muelle para fijar un punto estratégico a fin de determinar las posibilidades de acceso a través de ir inspeccionando los fondos marinos.

El reconocimiento de los fondos marinos para estudiar la posibilidad de establecer un canal en el caso de que tuviera que acercarse a la orilla otra embarcación es labor de los buceadores. Un equipo muy experimentado, adiestrado en Zaragoza y que desde hace tres meses están en contacto con el nuevo material que han utilizado en este ejercicio.

En este operativo, supuesto táctico de desembarco de una lancha tipo zodiac a cargo de la SERECO (Sección de reconocimiento) del Regimiento de Ingenieros nº 7 con sede en el Jaral, se inició con la llegada de los buceadores que hicieron una entrada sigilosa en la playa, asegurando la zona. A continuación, llegó, en la embarcación neumática, el resto de la Unidad que realizó el reconocimiento de la playa en cuanto a obstáculos, dimensiones, capacidad o características del terreno.

Una vez recopilada esta información, la sección se desplegó con la misma discreción con la que llegó, ya que su objetivo es la recopilación de información con la mayor discreción posible y no debe entablar combate, a menos que sea inevitable por haber sido descubiertos, para autodefensa o para proteger su repliegue.

El subteniente Víctor Marques Ibañez, jefe de la Oficina de Comunicación nos habla del denominado “control de zona” en la operación sigilosa de aproximación, siguiéndole la Unidad de reconocimiento en la embarcación neumática. “El objetivo no es de combate y por ello, rehúyen cualquier confrontación, aunque sí entrarían en combate en caso de ser descubiertos, como protección contra una agresión. Ellos siempre tratan de pasar inadvertidos”. El grupo desplegado es de ocho hombres y el objetivo es de pasar lo más inadvertido posible.

El coronel de Ingenieros, José Ignacio Robles Saéz, también presente en este ejercicio táctico, indica que “se han utilizado tanto buceadores como nadadores, han practicado un reconocimiento de los fondos marinos desde la lancha, han dejado el equipo, asegurando la playa para poder reconocer un supuesto obstáculo a fin de permitir la llegada del personal que no bucea, o sea, los nadadores, para hacer la operación supuesta y replegarse con las medidas de seguridad táctica que han de emplear”.

El propio coronel alude a otros detalles de la operación que supervisa desde tierra: “Han comprobando la instrucción propia de buceadores y la instrucción propia de zapadores unida a la específica de la Sección de reconocimiento y han probado un equipo nuevo que han recibido, para cerciorarse que se ajusta a los procedimientos que deben de emplear”.
 

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