En la tarde de ayer fue inaugurada la Casa de Nuestra Señora
de Los Ángeles que la Fundación Cruz Blanca tiene en Ceuta.
Este acto congregó a numerosas autoridades civiles y
militares así como personal, usuarios y familiares de estos
últimos. Con esta bendición se ponía el broche de oro a la
consecución de un proyecto que durante años se ha venido
fraguando y que ayer quedaba totalmente finalizado con su
bendición e inauguración oficial.
Durante el acto, la congregación de los hermanos de la Cruz
Blanca resaltaba que con el acto de ayer se ponía fin “a un
largo periodo de trabajo en equipo en el que el Gobierno de
la Ciudad, con la cesión del edificio, el Gobierno de la
Nación a través del Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad así como el Imserso pusieran lo mejor de
si para que el proyecto llegara a buen fin”.
Igualmente se destacó la labor de los trabajadores y
voluntarios de Cruz Blanca, quienes “dia a día hacen posible
la congregación se visibilice desde la acogida familiar, la
cercanía, la ternura y la profesionalidad hacia los
residentes a los que se atiende”.
Desde la Cruz Blanca se solicitó el poner todas las áreas
mirando hacia los pobres y los necesitados, “cultura y
política, religiones e iglesias, pueblos y personas, porque
no habrá progreso humano, no habrá cultura digna, no habrá
democracia, no habrá bienestar, no habrá un nuevo orden
internacional, no habrá una proclamación de los derechos
humanos, si no miramos a los últimos buscando para ellos una
vida digna y dichosa”.
A continuación, desde el Imserso se valoró el logro
conseguido después de muchos años de trabajo y destacó la
importancia de trabajar con el esfuerzo de todos en lograr
mejorar la vida de las personas mayores y con discapacidad.
El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio
González Pérez, también tomó la palabra durante la
inauguración de la nueva casa de los hermanos de la Cruz
Blanca, y contradiciendo al literato Calderón de la Barca
aseguró que más que la “vida es sueño” sería al contrario,
“el sueño es vida” resaltando que “el sueño que tenían los
hermanos de la Cruz Blanca, hoy lo vemos entre paredes,
personas, asistentes, autoridades hecho vida, y eso es
precisamente lo que transmiten estos hermanos a esas
personas necesitadas, a esos discapacitados, que durante
muchísmos tiempos eran los invisibles”.
González Pérez aseguró durante su intervención que “nunca
estará pagada la labor que realizan los hermanos de la Cruz
Blanca, logrando que todos logremos visualizar realmente
esta sociedad que muchas veces no se quiere ver”, y
manifestó centirse orgulloso de que existan personas que con
su trabajo abran los ojos al resto de la sociedad para
mostrar “lo que en muchas veces intentamos evitar mirar”.
El delegado resaltó que en cuestiones como la de ayer no
existe el color político y si la voluntad de ayudar a
personas de ahí que destacara la labor realizada por el
actual gobierno y por el anterior, que con su esfuerzo han
logrado sacar adelante este proyecto.
Por parte de la Ciudad Autónoma, la presidenta accidental,
Yolanda Bel, al encontrarse Juan Vivas en Madrid, fue la
encargada de dirigirse a los presentes. En su intervención
resaltó el prestigio ganado con los años por la “encomiable
labor que dia a día realizan los hermanos de la Cruz
Blanca”.
Bel destacó que “no hay mejor cesión que pueda realizar la
Ciudad para este importante fin” y abogó por que ese
contrato de cesión se renueve por los siglos de los siglos
con el objetivo de atender a aquellos que más lo necesitan,
al considerar que “no hay mejor gasto que el destinado a los
mayores y a la dependencia”.
La presidenta accidental manifestaba en su intervención que
en la casa de la Cruz Blanca se viven las tres virtudes
teologales, fe, esperanza y caridad, con mayúsculas, además
del amor, poniendo como ejemplo el trabajo que realizan los
hermanos de la Cruz Blanca.
Para concluir, el vicario general de Ceuta, el padre Juan
José Mateos Castro, fue el encargado de bendecir las nuevas
instalaciones, mientras que los hermanos de la Cruz Blanca
entregaron unas placas de agradecimiento a aquellas
asociaciones y entidades que han colaborado con ellos en el
traslado hasta la casa de forma altruista, así como al
“magnífico trabajo que dia a día realizan los trabajadores y
volutnarios de Cruz Blanca”. Finalmente, se ofreció un
refrigerio a todos los presentes.
Sobre Cruz Blanca hay que resaltar que recibe subvenciones
para la realización de programas de cooperación y
voluntariado sociales con cargo a la asignación tributaria
del IRPF. En concreto, en los últimos años ha percibido
ayudas del Estado por un importe de casi tres millones de
euros (2.967.552 euros). Este nuevo centro, que se inauguró
ayre tras las obras realizadas, tiene una capacidad de 42
plazas residenciales y 15 más de centro de día y está
destinado a personas dependientes co discapacidad
intelectual.
Este año, desde el pasado día 1 de febrero el Imserso cerró
un contrato con Cruz Blanca para la ocupación de plazas para
este colectivo de personas, con una aportación de casi
500.000 euros.
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